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Innovación

Científicos desarrollaron un método para propulsar barcos sin emisiones y eliminar el uso de diésel

Lograron producir hidrógeno directamente del agua de mar y usarlo como combustible limpio, sin necesidad de desalinización ni tanques presurizados.

Electricidad renovable, agua de mar y una idea disruptiva: producir hidrógeno limpio directamente desde el océano. Investigadores de la Brunel University London y la empresa emergente Genuine H2 desarrollaron un sistema capaz de generar hidrógeno del agua salada, almacenarlo de forma segura a bordo y usarlo como combustible, sin emisiones contaminantes. El único residuo del proceso es vapor de agua.

Científicos desarrollaron un método para propulsar barcos sin emisiones y eliminar el uso de diésel

El proyecto representa el primer demostrador marítimo del Reino Unido que integra todo el ciclo del hidrógeno –producción, almacenamiento y propulsión– sin requerir desalinización ni infraestructuras de alta presión o temperaturas extremas. En lugar de diésel, los motores adaptados queman hidrógeno, eliminando completamente las emisiones de dióxido de carbono.

Energía limpia para el mar

La iniciativa, liderada por el Centro de Powertrain y Combustibles de Brunel junto a Genuine H2, cuenta con el respaldo de 1,44 millones de libras (unos 1,65 millones de euros) del programa UK SHORE del Departamento de Transporte británico y de Innovate UK. Forma parte de un plan nacional de 30 millones de libras destinado a descarbonizar la navegación, uno de los sectores más difíciles de electrificar debido al peso, espacio y autonomía que requieren las embarcaciones.

El nuevo sistema podría ofrecer una alternativa viable y sostenible para flotas costeras, barcos pesqueros, ferris, remolcadores y embarcaciones portuarias, que necesitan fuentes de energía limpias y estables. Solo en Europa, el sector marítimo emite más de 140 millones de toneladas de CO2 al año, lo que evidencia el enorme potencial ambiental de esta tecnología.

Dos avances que marcan la diferencia

La innovación se apoya en dos desarrollos tecnológicos clave:

  1. Electrodos especializados, capaces de extraer hidrógeno directamente del agua de mar sin necesidad de desalinizarla, reduciendo así los costos, la complejidad y el consumo energético del proceso.
  2. Una nanopelícula ultrafina, más delgada que una hoja de papel, que permite almacenar el hidrógeno en forma sólida, estable y segura a temperatura y presión ambiente. De esta forma, se eliminan los tanques presurizados y el enfriamiento criogénico a -250 °C, habituales y costosos en los sistemas tradicionales.

Ambos avances se integran en un sistema compacto y resistente, diseñado especialmente para entornos marinos. En la práctica, esto significa que una embarcación puede generar su propio combustible mientras navega, almacenarlo de forma segura y utilizarlo bajo demanda, sin depender de redes eléctricas o repostajes externos.

Lograron producir hidrógeno directamente del agua de mar y usarlo como combustible limpio

De la investigación al mar: un proyecto pensado para escalar

A diferencia de muchos desarrollos académicos que nunca salen del laboratorio, este proyecto fue concebido desde el inicio con un enfoque industrial y escalable. En colaboración con el Centre for Process Innovation (CPI), el equipo busca demostrar que tanto el electrolizador como el sistema de almacenamiento pueden fabricarse en serie en el Reino Unido, aprovechando cadenas de suministro nacionales y reduciendo la dependencia de tecnologías o materiales importados.

El motor de combustión de hidrógeno, diseñado por la Brunel University para uso intensivo, será probado en el propio campus universitario bajo condiciones controladas. La instalación está prevista para los próximos meses, y las pruebas en tierra se extenderán hasta marzo de 2026.

Circularidad y emisiones cero

Una de las características más innovadoras del sistema es su circularidad: el único residuo que deja la combustión del hidrógeno es agua pura, que puede reutilizarse a bordo o devolverse al mar sin impacto ambiental. Al utilizar energía renovable para alimentar el electrolizador, el ciclo completo se mantiene libre de emisiones desde el origen hasta el uso final.

Este enfoque no solo elimina las emisiones directas, sino también las asociadas al transporte y almacenamiento de combustibles fósiles. Además, al prescindir de la desalinización del agua, se evita el vertido de salmuera concentrada, una práctica que suele dañar la biodiversidad costera.

Energía limpia, pero no espontánea

Conviene aclarar que el sistema no genera energía por sí mismo: la electrólisis del agua de mar requiere un aporte eléctrico, que en este caso proviene de fuentes renovables como la solar o la eólica. El verdadero avance reside en poder obtener y almacenar hidrógeno de manera eficiente y segura, sin depender de la desalinización ni de tanques presurizados, convirtiendo la energía renovable en combustible limpio y utilizable directamente a bordo.

Aunque el proyecto sigue en fase experimental, el equipo abordó los principales desafíos técnicos del uso de agua salada y del almacenamiento seguro del hidrógeno. El electrolizador incorpora materiales altamente resistentes a la corrosión, desarrollados específicamente para operar con agua de mar sin requerir agua dulce ni procesos de purificación.

En cuanto al almacenamiento, la llamada “nanopelícula” no es un plástico, sino un compuesto sólido de base metálica y orgánica que encapsula el hidrógeno de forma reversible. Esta tecnología elimina la necesidad de presurización o enfriamiento criogénico, manteniendo el gas estable, seguro y libre de fugas, sin generar residuos ni microplásticos durante su uso o combustión.

Fecha de publicación: 13/10, 9:28 am