Luego del desastre natural vivido hace unos días, las Cataratas del Iguazú alcanzaron un caudal excepcionalmente alto del flujo de agua que llegó a superar los siete millones de litros por segundo.
Este espectáculo sin precedentes dejó boquiabiertos a los visitantes que se encontraban en el lugar y generó una gran expectación en todo el mundo de cara al futuro.
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Ubicadas en la frontera entre Argentina y Brasil, las Cataratas del Iguazú son uno de los destinos turísticos más destacados de América del Sur. Con sus 275 saltos de agua, que se extienden a lo largo de casi 2,7 kilómetros, son reconocidas como una de las maravillas naturales del mundo.
El aumento en el caudal de las cataratas se debe a las fuertes lluvias que han azotado la región en las últimas semanas. Las precipitaciones intensas han alimentado los ríos que abastecen las cataratas, y el resultado es un espectáculo de proporciones épicas.
El rugido ensordecedor del agua y la neblina que se eleva hasta el cielo crean una experiencia sensorial inigualable. Por esto, los turistas y los habitantes locales no dejaron de admirar este fenómeno natural único.