Un nuevo proyecto de ley busca establecer un marco normativo y un régimen de promoción de inversiones para el desarrollo de la industria del hidrógeno de origen renovable y de bajas emisiones en Argentina, un recurso considerado el futuro de la energía de mediano y largo plazo que a las ventajas competitivas del país puede sumar inversiones millonarias del exterior.
La iniciativa, que ya se encuentra en la Cámara de Diputados, propone complementar el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) para adaptarlo a las particularidades de los proyectos de hidrógeno, que requieren plazos de desarrollo más extensos, algo que la industria venía reclamando para destrabar proyectos ya en carpeta.
Las fuentes consultadas aseguraron que el proyecto está 100% en línea con la mirada de la Secretaría de Energía y del Gobierno nacional, por lo que se puede considerar como el proyecto oficial a partir del cual se buscarán los consensos con el resto de las bancadas.
El Proyecto de ley 3503-D-2025 fue presentado por los diputados Lorena Villaverde (Neuquén-LLA) y Martín Maquieyra (La Pampa-PRO), y establece un marco normativo para promover inversiones en la industria del hidrógeno renovable y de bajas emisiones, declarando estas actividades de interés nacional.
El objetivo principal de esta adaptación es brindar las condiciones de previsibilidad, estabilidad y seguridad jurídica, esenciales para atraer las grandes inversiones necesarias para explotar el potencial de Argentina en la producción de hidrógeno.
El potencial de la Argentina para el futuro de la energía
Argentina cuenta con abundantes recursos eólicos, particularmente en la Patagonia, y solares en Cuyo y el Noroeste. Estas fuentes de energía renovable son esenciales para la producción de hidrógeno verde a través de la electrólisis del agua.
Se estima que para 2050, Argentina podría producir al menos 5 millones de toneladas anuales de hidrógeno de bajas emisiones. Para 2030, el objetivo es superar el millón de toneladas anuales de hidrógeno verde con una capacidad de electrolizadores de más de 5 GW.
Las proyecciones para 2030 y 2050 sitúan a Argentina entre los países con los costos de producción de hidrógeno más bajos a nivel global, especialmente en la región patagónica. El hidrógeno puede contribuir significativamente a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en sectores como la generación de energía y los procesos industriales.
Además, su desarrollo representa una oportunidad para la reindustrialización del país, la creación de nuevos empleos (estimando 50.000 para 2050) y el incremento de las exportaciones (hasta 15 mil millones de dólares para 2050).
Argentina ya produce hidrógeno para industrias como la de fertilizantes y la refinación de petróleo. También cuenta con plantas experimentales de producción de hidrógeno, como Hychico en Chubut y Pico Truncado en Santa Cruz que produce hidrógeno verde.
Un RIGI adaptado a medida del Hidrógeno
El proyecto reconoce que la fase de factibilidad de los proyectos de hidrógeno puede demorar entre dos y tres años, y el inicio de la construcción hasta cinco años, lo que difiere de los tiempos de otras industrias con mayor maduración. Por ello, se busca flexibilizar los plazos y requisitos de inversión del RIGI para esta industria estratégica.
Entre las modificaciones clave, se propone ampliar el plazo de adhesión al RIGI de 2 a 5 años para los proyectos de hidrógeno renovable y de bajas emisiones, contados desde la entrada en vigencia de la nueva ley.
Además, se flexibiliza la exigencia de cumplimiento del monto mínimo de inversión, otorgando un plazo de 3 años desde la adhesión al régimen para alcanzar dicho monto, tanto en proyectos del régimen general como en los de exportación estratégica a largo plazo. La autoridad de aplicación de la ley será la encargada de evaluar los proyectos para la adhesión al RIGI.
El proyecto de ley también declara de interés nacional las inversiones en el desarrollo, producción, transporte, almacenamiento, exportación y uso del hidrógeno de origen renovable y de bajas emisiones, así como sus derivados, en todo el territorio nacional.
Además, se establece una cláusula de estabilidad tributaria por 30 años para los proyectos de inversión vinculados a la cadena de valor del hidrógeno, lo que implica que no serán afectados por la derogación de la ley ni por la creación o incremento de tributos que resulten más gravosos que los vigentes al momento de su sanción. Esta estabilidad se aplicará incluso a proyectos que no adhieran al RIGI.
Fuente: iProfesional