La Línea B de Subterráneo de Buenos Aires es la más transitada del sistema, que inicia su recorrido en la estación Leandro N. Além, en el centro de la Ciudad de Buenos Aires, hasta la estación Juan Manuel de Rosas, en el barrio de Villa Urquiza.
El recorrido total se extiende por debajo de la Avenida Corrientes y otros importantes ejes, con una longitud de aproximadamente 11.8 kilómetros; 17 estaciones en total y una cantidad de pasajeros transportados por día que supera los 180.000 usuarios y un tráfico anual mayor a los 58 millones, lo que la ubica como la línea con mayor tráfico.
Su vía es doble, con ancho 1.435 mm y desde su origen en 1903, presentó un criterio de concepción diferente a la Línea A ya existente, y a las que se encontraban en desarrollo en ese momento, como la C, D y E., debido a que se la diseñó con un gálibo ferroviario ( perfil de dimensiones máximas), más ancho que el utilizado en las otras líneas, y una tensión de alimentación de 600 Vcc por 3er riel.
Estas características particulares hicieron que quedara aislada del resto de la red, al menos en su parte operativa, siendo que actualmente operan dos flotas diferentes como son los 16 trenes Mitsubishi (EIDAN 500) de origen japonés, fabricados alrededor de los años 1960 y alimentados por el tercer riel a 600 Vcc, y las 13 unidades CAF 6000, de fabricación española en la década del 2000 y alimentación por pantógrafo a 600 Vcc.
Ambos tipos de flota tienen un gálibo inferior a los 3.100 mm que permite la infraestructura de la línea, por lo que llevan colocados suplementos para salvar el espacio libre generado con los bordes de los andenes de las estaciones.
El sistema de distribución de energía hacia los trenes original de la Línea B era el tercer riel, pero con la extensión hasta estación Rosas, existen tres tipos de rieles desde los cuales los patines de las formaciones captan energía.
Migrar la tracción
Sin embargo, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires pondrá en marcha un plan para reformular el mecanismo de tracción de la línea en el marco del plan de modernización de todo el sistema de transporte para impulsar otro tipo de energías más limpias y amigables con el medio ambiente.
A través de la Resolución N.º 119 de Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), se oficializó el proyecto mediante la lanzamiento del procedimiento licitatorio para la “Migración del sistema de tracción de 600 Vcc A 1500 Vcc – Línea B de la Red de Subterráneos”.
Todo teniendo como marco la Ley N°4.472 de regulación y reestructuración del sistema de transporte ferroviario de pasajeros de superficie y subterráneo, cuyo como objetivo es la prestación idónea, eficiente y de calidad del servicio público, la puesta en valor de las líneas ferroviarias de superficie y subterráneas existentes, el desarrollo de la infraestructura ferroviaria de superficie y subterránea, así como la seguridad operativa en la prestación del servicio público.
En la resolución también se explica que el cambio “surge de la necesidad de alimentar la motorización de las nuevas formaciones adquiridas por esta empresa, las cuales se encuentran en proceso de fabricación y su incorporación paulatina a la red está prevista para los años 2026, 2027 y 2028 previéndose el reemplazo de todas las formaciones que se encuentran actualmente en circulación”.
Se indica además que el cambio de potencia significa “un avance importante para la mejora sustancial de la velocidad de marcha y frecuencia de las formaciones redundando en un impacto positivo en los usuarios y revalorizando la importancia de este medio de transporte fundamental en una urbe de la magnitud de esta Ciudad”.
Esta inversión en tecnología se suma a otros proyectos destinados al plan de modernización de la red, orientado en este caso, a la Línea B que requiere mejoras que la convertirán en la más avanzada del sistema.
Mega presupuesto
A partir de este escenario, la Gerencia de Ingeniería del gobierno porteño ya remitió la documentación técnica para llevar a cabo el proceso licitatorio, así como el pliego de especificaciones técnicas generales de potencia, los planos de instalación eléctrica y las planillas de cotización.
El presupuesto oficial estimado para la ejecución de los trabajos asciende a $14.480 millones, además de otros u$s8,9 millones y 16,3 millones de euros, fondos que serán abonados a la empresa adjudicataria de la subasta y cuyo monto está contemplado dentro del Plan Plurianual de Inversión de SBASE 2025- 2027.El plazo de las obras será de 48 meses para modificar el escenario actual del servicio, luego de haberse realizado el dimensionamiento de la flota de trenes necesaria y las características técnicas del material rodante especificado.
En ese período se deberá instalar el sistema de alimentación eléctrica necesario para operar la Línea B en HP en su configuración futura y con los trenes nuevos que funcionarán con alimentación eléctrica por pantógrafo en 1.500 Vcc, abandonando el mecanismo actual de tracción de 600 Vcc.
La fecha límite para la presentación de ofertas fue establecida para el próximo 29 de diciembre hasta las 12 horas, mientras que la apertura se realizará el mismo día a las 12.30 hs.
En el documento anexo a la resolución se informan más detalles del procedimiento de cambio del mecanismo de tracción y se asegura que, dado que los sistemas involucrados en esta modernización deben ser dimensionados previendo aumentos futuros de las necesidades de operación, es razonable suponer que, en el mediano plazo, con un horizonte a 2030 o 2035, la Línea B llegue a tener una demanda diaria de pasajeros un 20% mayor al valor máximo previo a la pandemia de Covid-19.
Reemplazar las unidades
El núcleo del proyecto es modernizar el material rodante que opera en la Línea B, apuntando a la seguridad, la mejora del confort para los usuarios, la confiabilidad y el aumento de la capacidad de transporte.
En este sentido, los trenes nuevos reemplazarán a la totalidad de las formaciones hoy en servicio en la Línea B, tanto Mitsubishi como CAF 6000, sumando beneficios como la unificación de flota; mayor eficiencia de procesos de mantenimiento; mejora en la planificación de adquisición de repuestos para mantenimiento, en la seguridad operacional y en el confort y prestaciones globales del material rodante.
“La idea de migrar la Línea B a un sistema de alimentación por catenaria alimentada a 1.500 Vcc, forma parte de un Plan de Modernización Integral pensado para dicha línea que tiene por objeto estandarizar toda la red en lo referente al sistema de tracción con el fin de minimizar los riesgos operativos tanto para el personal técnico como para los pasajeros, pero fundamentalmente para reducir el consumo energético”, se agrega en el documento.
El última aspiración adquirió mayor relevancia a partir del 2016 cuando el gobierno que lidera Jorge Macri adhirió a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en el marco del Plan de Acción Climática 2050, en línea con el Acuerdo de París impulsado por la ONU, que busca convertir a la ciudad en “carbono neutral” a partir de dicho año.
La estrategia contempla una serie de hitos previos entre los cuales se destaca la reducción de aproximadamente el 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero para el 2030 con respecto a las del 2015.
En este sentido, desde SBASE se explica que el recambio total de la flota adaptada para ser alimentada por catenaria a 1.500 Vcc “constituye una decisión estratégica para la Línea B alineada en tal sentido”.
También genera la necesidad de elaborar un detallado programa de obras para los distintos sistemas ferroviarios a fin de preparar la línea para recibir el nuevo material rodante.
Asimismo, obliga a definir una cuidadosa estrategia para la migración tendiente a minimizar, en la medida de lo posible, el impacto de dicho programa y de la introducción progresiva de la nueva flota en la operación diaria de la línea.
Alternativas de migración
“Es importante resaltar que las obras se ejecutarán mientras se mantiene la prestación del servicio con lo cual la secuencia de cierre de las subestaciones será coordinada por SBASE y fundamentalmente con el operador del servicio Emova, buscando las mejores alternativas para minimizar el impacto en la operación y la menor afectación posible del servicio”, se detalla en el documento.
Del mismo modo, se asegura que para migrar desde el sistema de tracción actualmente en funcionamiento a la configuración futura, no solamente serán necesarias de ejecutar las obras en el sistema eléctrico de la Línea B.
También hará falta que las mismas deberán ser realizadas de forma coordinada con la llegada de las nuevas formaciones para permitir que se siga operando con los trenes actuales, a fin de poder prestar servicio a los usuarios durante la totalidad del proceso de migración.
Para lograr este objetivo se han analizado varias alternativas de migración que se encuentran condicionadas por diferentes limitantes como seguridad operativa; afectación del servicio; cronograma de llegada de las nuevas formaciones; capacidad de estacionamiento en la Línea B sin afectar el servicio y operatividad de los talleres mientras se realiza la migración.
“La ejecución de este proyecto requiere de una muy importante planificación y logística con el fin de que el servicio a los usuarios pueda ser afectado de la menor manera posible durante el proceso de migración, el cual puede durar más de dos años”, se detalla el informe.
Las etapas para la migración:
- La Etapa 1 tiene por objeto preparar la línea para recibir a la primera formación e incluye trabajos en las SER Lacroze y C. Pellegrini junto con la instalación de catenaria en algunas vías del taller
- La Etapa 2 para preparar la línea para iniciar la operación con un mínimo de cuatro trenes (en caso de que se opte por la alternativa de operación mixta) y un máximo de 17 trenes operando en modo degradado en simultáneo y comprende obras en las SER Los Incas, Medrano y C. Pellegrini o Alem.
- La Etapa 3 incluye las obras una vez que se inicie la operación exclusiva en 1500 Vcc y se puedan dar de baja para iniciar las obras de potencia en todas las SER que quedaban operando en 600 Vcc.