Bolivia quedó en el centro de la paleontología mundial tras el hallazgo del mayor conjunto de huellas de dinosaurios conocido. Un equipo de científicos de Estados Unidos y Bolivia registró más de 16.000 marcas -incluyendo pisadas, arrastres de cola y señales de natación- en el yacimiento Carreras Pampa, dentro del Parque Nacional Torotoro.
El descubrimiento, publicado en la revista PLOS One y liderado por Raúl Esperante, del Instituto de Investigación en Geociencias de Loma Linda, constituye un registro sin precedentes por su magnitud y diversidad. También participaron especialistas de la Universidad Adventista de Bolivia, la Universidad Mayor de San Andrés, el Museo Noel Kempff Mercado y otras instituciones.
El trabajo, realizado entre 2019 y 2024, identificó 1.321 rastros continuos y 289 huellas aisladas, que suman un total de 16.600 pisadas de terópodos, además de 280 marcas de natación con 1.378 señales y numerosos arrastres de cola. Todo el conjunto se distribuye en nueve sectores que cubren cerca de 7.500 metros cuadrados. La abundancia, variedad y excelente preservación de las huellas convierten al sitio en un referente global.
El objetivo principal del estudio fue reconstruir el comportamiento y la diversidad de los dinosaurios a partir de estas impresiones fósiles. Las marcas permitieron identificar especies de diferentes tamaños y edades, así como analizar patrones de movimiento y conductas inéditas. Los arrastres de cola y las señales de natación aportaron claves sobre cómo interactuaban estos animales con su entorno y qué adaptaciones desarrollaron.
Los investigadores explicaron que el objetivo del reporte fue presentar el mayor conjunto de huellas y marcas de natación de dinosaurios del mundo, registrado en el yacimiento Carreras Pampa. El estudio también analizó las condiciones que permitieron su preservación -como la composición del sustrato, la humedad y la actividad biológica posterior-, lo que permitió establecer una clasificación precisa de estilos de conservación y morfotipos, desde pisadas profundas hasta marcas superficiales, además de evidencias de aves asociadas.
Un análisis exhaustivo con tecnología avanzada
Durante cinco años, y con autorización del Servicio Nacional de Áreas Protegidas de Bolivia, el equipo realizó campañas de campo en Carreras Pampa. Cada rastro fue documentado con fotografías, escaneos 3D y mediciones detalladas. Mediante fotogrametría y modelado digital evaluaron profundidad, tamaño y orientación de las huellas.
Los resultados revelan una diversidad extraordinaria: se identificaron ocho estilos de preservación, once morfotipos de huellas de caminata y tres tipos de marcas de natación. La densidad es excepcional -hasta 5,74 huellas por metro cuadrado-, muy superior a la registrada en otros sitios del mundo.
Entre los hallazgos más destacados figuran los abundantes arrastres de cola, las numerosas marcas de natación y los rastros de aves que coexistieron con dinosaurios terópodos, lo que aporta información clave sobre la interacción entre especies en un mismo ambiente. El análisis estadístico permitió además estimar velocidades de desplazamiento y trayectorias, identificando patrones vinculados al tránsito a lo largo de una antigua línea costera.
Relevancia científica y desafíos de conservación
El equipo recomendó proteger Carreras Pampa debido a su enorme valor científico y patrimonial, advirtiendo que el sitio enfrenta riesgos de erosión. En octubre pasado, las autoridades del Parque Nacional Torotoro iniciaron trabajos de conservación para desviar el flujo de agua y mitigar el deterioro de la superficie.
El estudio, publicado en PLOS One, concluye que Carreras Pampa constituye un registro excepcional de la actividad de los dinosaurios en el Cretácico tardío y ofrece información única sobre su comportamiento y diversidad.