A pocos días de la cumbre europea en la que se definirá la postura común de la Unión Europea frente a la COP30, más de dos mil científicos reclamaron mantener un objetivo de reducción de dióxido de carbono de al menos el 90% para 2040. Consideran que esa meta no solo es esencial para cumplir los compromisos ambientales, sino que también representa una oportunidad económica para el continente.
“El mundo ya está en plena transición: los países avanzan hacia industrias limpias y energías renovables. Mantener una política climática coherente es clave para la competitividad europea, ya que los objetivos ambiciosos son la base de su liderazgo económico”, afirman los 2.178 firmantes en la carta abierta titulada “La neutralidad climática es la mayor oportunidad económica de Europa”.
El documento, difundido antes de la reunión del 23 de octubre, cuenta con el respaldo de investigadores del Instituto Alfred Wegener, el Centro Helmholtz y la Universidad de Graz, entre otras instituciones científicas de prestigio.
Los académicos advierten que el debate político “se está alejando de la evidencia científica” y se centra en “cálculos a corto plazo, discursos negacionistas y regateos sobre lagunas legales”. Por eso, instan a la UE a seguir la recomendación del Consejo Asesor Científico Europeo sobre el Cambio Climático, que propuso reducir las emisiones entre un 90% y un 95% para 2040 respecto de los niveles de 1990, como paso necesario hacia la neutralidad climática en 2050.
Según recuerdan, el calentamiento global ya alcanzó 1,3 °C respecto a la era preindustrial y 2024 habría superado temporalmente el umbral de 1,5 °C, según datos de la Organización Meteorológica Mundial. “El aumento de los gases de efecto invernadero procede de un uso insostenible de la energía, de la tierra y de los patrones de consumo”, señalan, alertando sobre los impactos crecientes en la salud, la agricultura, el agua y la biodiversidad.
Los científicos estiman que solo en 2024 hasta 62.700 personas murieron prematuramente en la UE por causas vinculadas al clima.
La transición verde como motor económico
Para los firmantes, la descarbonización ofrece una oportunidad económica sin precedentes. Afirman que alcanzar la neutralidad climática permitiría a la UE ahorrar más de 850.000 millones de euros en importaciones de combustibles fósiles entre 2025 y 2040, además de generar dos millones de nuevos empleos en sectores limpios y tecnológicos.
“Los análisis científicos muestran que la descarbonización ofrece oportunidades sustanciales de inversión, innovación y empleo, fortaleciendo el liderazgo tecnológico europeo”, sostienen. Según el texto, la transición permitiría reducir las facturas energéticas domésticas hasta en dos tercios y reforzar la independencia energética “frente a regímenes autocráticos”.
“Mantener una senda clara hacia la neutralidad climática no solo protege el planeta, sino que garantiza la competitividad y la prosperidad europea”, remarcan los autores.
Rechazo a las “flexibilidades”
Los científicos se oponen a las “flexibilidades” que propone la Comisión Europea, que permitirían a los Estados miembros compensar emisiones mediante la compra de créditos internacionales de carbono. Aseguran que los estudios demuestran que esos mecanismos “sobreestiman sus beneficios entre cinco y diez veces, y no son fiables”.
“El liderazgo europeo en Belém demostrará si la Unión quiere seguir siendo referencia mundial en política climática e innovación sostenible o si prefiere quedarse atrás”, concluye la carta.
Entre los firmantes españoles figuran expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), como los del Real Jardín Botánico, el Museo Nacional de Ciencias Naturales y la Estación Experimental de Zonas Áridas de Almería, junto a investigadores de las universidades Complutense, Autónoma y Rey Juan Carlos de Madrid, además de Barcelona, Granada, Oviedo, Zaragoza, Sevilla, País Vasco y Vigo, entre otras.