Europa, arde: incendios masivos y olas de calor récord azotan el sur

El sur de Europa enfrenta una de las crisis climáticas más severas de las últimas décadas, con incendios forestales de gran magnitud y temperaturas extremas que han alcanzado niveles sin precedentes.

Europa, arde: incendios masivos y olas de calor récord azotan el sur.

Esta situación, marcada por un «verano letal«, pone en evidencia cómo el cambio climático está transformando la región, convirtiendo zonas tradicionalmente templadas en escenarios de emergencia permanente.

Incendios y ola de calor

Francia se encuentra en el epicentro del desastre, donde el incendio en la región de Aude, cerca del Mediterráneo, consumió aproximadamente 16.000 hectáreas, una superficie mayor que la ciudad de París. El fuego, el más grande registrado en al menos medio siglo, ha causado al menos una muerte, numerosos heridos -incluyendo 19 bomberos- y daños materiales devastadores. A pesar de estar parcialmente contenido, el incendio sigue activo en varios puntos calientes y podría tardar semanas en extinguirse por completo. Más de 1.300 bomberos, apoyados por aeronaves y equipos terrestres, están desplegados para evitar rebrotes.

Francia se encuentra en el epicentro del desastre, donde el incendio en la región de Aude, cerca del Mediterráneo, consumió aproximadamente 16.000 hectáreas, una superficie mayor que la ciudad de París.

Paralelamente, España combate incendios en zonas rurales y áreas con patrimonio histórico, incluyendo un antiguo sitio minero romano declarado Patrimonio Mundial por la Unesco que ha obligado a evacuar a cientos de personas.

En Portugal, ya se han quemado más de 42.000 hectáreas desde principios de año, cifra notablemente superior a la del año pasado. Además, Grecia, Turquía, Bulgaria, Albania, Kosovo y los Balcanes enfrentan incendios que afectan bosques, aldeas y campos, complicando la calidad del aire y provocando evacuaciones masivas.

“Cóctel molotov climático”

La causa común detrás de esta emergencia es una ola de calor sin precedentes. Francia registró temperaturas de hasta 43 °C en departamentos como Charente y Aude, disparando las alertas de calor a niveles rojos, algo nunca antes visto desde 2004. España reporta máximas de hasta 44 °C en regiones como Aragón y el País Vasco, mientras que Portugal y zonas de los Balcanes superan también los 40 °C.

La causa común detrás de esta emergencia es una ola de calor sin precedentes.

Expertos definen esta combinación de calor extremo, viento seco y vegetación reseca como un verdadero “cóctel molotov climático” que amplifica el riesgo de incendios colosales en toda la cuenca mediterránea. Las consecuencias son ya evidentes: miles de desplazados, infraestructura dañada, problemas de salud por contaminación del aire y un despliegue masivo de recursos de emergencia.

A nivel continental, más de 350.000 hectáreas han sido consumidas por el fuego en 2025, con 1.478 incendios registrados solo este año según el European Forest Fire Information System (EFFIS).

La situación aún podría empeorar, ya que se pronostican nuevos picos de calor de hasta 44 °C en España, Portugal y el suroeste europeo, generando incertidumbre sobre la capacidad de los servicios de emergencia para afrontar esta doble amenaza.

C M: Notas sobre negocios y sustentabilidad.