Esta provincia ya liberó a 460 animales silvestres recuperados del tráfico y la tenencia ilegal en lo que va del año

Durante este año, la provincia de Santa Fe logró devolver a su entorno natural a 460 ejemplares de fauna silvestre. Del total, 392 fueron aves, 61 mamíferos y 7 reptiles, todos rescatados de situaciones de mascotismo, tráfico ilegal o tenencia indebida. Tras recibir atención veterinaria y atravesar un proceso de rehabilitación, los animales fueron reinsertados de manera segura en sus hábitats naturales.

Santa Fe ya liberó a 460 animales silvestres recuperados del tráfico y la tenencia ilegal en 2025

“Se trata de una acción programática vinculada a una estrategia provincial sostenida de rescate, rehabilitación y reinserción de fauna”, destacó el ministro Enrique Estévez, al remarcar el compromiso del gobierno con la protección de la biodiversidad.

Estas acciones son llevadas adelante principalmente por el Centro de Rescate, Investigación e Interpretación de Fauna Silvestre La Esmeralda, con el acompañamiento de instituciones científicas y actores territoriales.

Entre enero y octubre de 2025, los ejemplares liberados fueron rescatados por la Dirección de Manejo Sustentable de Fauna, en colaboración con la Guardia Rural “Los Pumas” de la Policía de Santa Fe. La mayoría de los ingresos se producen a partir de denuncias ciudadanas. Luego, cada animal pasa por una evaluación veterinaria inicial, un período de cuarentena y una etapa de recuperación y evaluación etológica, antes de ser reintroducido en un ambiente natural adecuado.

“Estos números muestran que la biodiversidad no es un concepto abstracto: es parte del entramado que sostiene la vida en nuestros territorios. Nos demuestran que, como sociedad, podemos revertir daños y proteger nuestro patrimonio natural”, subrayó Estévez.

Rescate emblemático: el regreso del aguará guazú

Uno de los hitos recientes de esta política de conservación fue el rescate y liberación de un aguará guazú juvenil hallado en Coronda. El ejemplar recibió atención veterinaria especializada en el Centro La Esmeralda y posteriormente fue reinsertado en la Reserva Natural El Fisco, en el departamento San Cristóbal.

Del total, 392 fueron aves, 61 mamíferos y 7 reptiles

El operativo incluyó la colocación de un collar de telemetría que permitirá monitorear sus desplazamientos y obtener información clave para la conservación de la especie, declarada Monumento Natural Provincial por la Ley N.º 12.182.

“La recuperación y liberación de este aguará guazú refleja el camino que estamos construyendo: un modelo de conservación activa, basado en la ciencia, el compromiso ambiental y el respeto por la biodiversidad”, concluyó el ministro.

Reinsertar para conservar

Las liberaciones se llevan a cabo en reservas naturales, áreas protegidas y territorios que presentan las condiciones ambientales adecuadas para cada especie. Durante mayo se registró el pico más alto del año, con 221 animales reinsertados, en su mayoría aves canoras rescatadas del comercio ilegal.

También se destacan acciones con mamíferos como carpinchos, comadrejas, coatíes y monos carayá, muchos de ellos trasladados al Centro La Esmeralda en el marco de convenios interprovinciales y operativos conjuntos de rescate.

Desde el Ministerio recuerdan que, ante cualquier situación de tenencia ilegal o mascotismo de fauna silvestre, las denuncias deben realizarse al 911. Este canal activa de inmediato el protocolo de intervención junto a las fuerzas de seguridad y los equipos técnicos especializados.

La transformación de La Esmeralda

El Centro de Rescate, Investigación e Interpretación de la Fauna La Esmeralda (CRIIF), ubicado en la ciudad de Santa Fe, atraviesa actualmente un proceso de transformación institucional con el propósito de consolidarse como un espacio público de referencia en atención, recuperación y rehabilitación de fauna silvestre. Su misión también incluye la generación de conocimiento científico y la promoción de la educación ambiental.

En esta nueva etapa, se desarrollan diversas líneas de trabajo: atención veterinaria especializada, reinserción de ejemplares en su hábitat natural, articulación con universidades, centros de fauna y gobiernos locales, y el diseño de estrategias de conservación a largo plazo. Este proceso implica un cambio profundo respecto del rol histórico del predio, conocido durante décadas como Granja La Esmeralda. En aquel entonces, funcionaba como una estación zoológica con un enfoque principalmente recreativo. Hoy, esa etapa quedó atrás: La Esmeralda se proyecta como un centro moderno que combina ciencia, tecnología y compromiso ambiental, consolidándose como un actor clave en la conservación de la biodiversidad santafesina.

I M: Notas sobre negocios y sustentabilidad.