El Conicet monitorea la cría de pingüinos patagónicos con estaciones de video alimentadas por energía solar

El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) puso en marcha un ambicioso proyecto de monitoreo permanente en el Parque Provincial Patagonia Azul, en Chubut. A través de tecnología de transmisión en vivo y sistemas alimentados por energía solar, el equipo registra la actividad reproductiva de distintas aves marinas, como el pingüino de Magallanes, el petrel gigante del sur y el cormorán imperial.

La transmisión, activa desde hace un mes, permite documentar los ciclos naturales de estas colonias sin la interferencia que suele generar la presencia humana. Gracias a este enfoque innovador, los investigadores obtienen datos de alta precisión sobre el comportamiento reproductivo de cada especie.

Mirá en vivo el monitoreo de pingüinos

El sistema fue diseñado especialmente para monitorear colonias sensibles ubicadas en zonas remotas, como la de pingüinos de Magallanes en Isla Tova. Al evitar el ingreso reiterado de personas durante la temporada de cría, la tecnología reduce al mínimo cualquier alteración en la conducta de los animales.

Para lograrlo, el equipo instaló estaciones autosostenibles equipadas con paneles solares, baterías, antenas y cámaras preparadas para soportar las exigentes condiciones ambientales de la costa patagónica, desde el ambiente salino hasta los intensos vientos. Tras varios ajustes operativos, los científicos destacaron que el sistema hoy funciona de manera confiable y estable para el monitoreo continuo.

Datos precisos y ritmo reproductivo

La transmisión en vivo permite a los investigadores obtener información detallada que sería imposible registrar mediante los censos tradicionales. Gracias a este sistema, se pueden observar con exactitud los turnos de incubación, las dinámicas de alimentación, el recambio de adultos en los nidos e incluso el impacto de factores externos, como tormentas o la presencia de intrusos.

El mayor nivel de actividad reproductiva ocurre entre fines de noviembre y principios de diciembre, cuando se produce la mayor cantidad de eclosiones. En ese período, los registros continuos resultan esenciales para medir la frecuencia con la que se alimentan los pichones y para analizar la duración de los viajes de los adultos en busca de alimento.

Aves como señal del estado del mar

La información obtenida mediante este sistema es clave para identificar los factores que pueden estar afectando el éxito reproductivo de estas especies. Según los especialistas del Conicet, la reproducción de las aves marinas funciona como un indicador directo de la salud del mar del que dependen.

Este proyecto refuerza la importancia de avanzar en las políticas de conservación y de aprovechar la tecnología para comprender y proteger de forma más efectiva el valioso ecosistema marino y costero de la Patagonia Azul.

I M: Notas sobre negocios y sustentabilidad.