El próximo 17 de mayo se conmemora el Día Mundial del Reciclaje, una fecha establecida por la UNESCO en 2005 con el propósito de generar conciencia sobre la importancia de una adecuada gestión de los residuos para cuidar el ambiente. En este contexto, es clave reflexionar sobre una práctica cotidiana que suele pasar desapercibida pero tiene un alto impacto ambiental: tirar el aceite de cocina usado por las cañerías, lo que contamina recursos vitales como el agua y el suelo.
En Argentina, cada año se generan más de 100 millones de litros de aceite vegetal usado. Lamentablemente, gran parte de este residuo no recibe un tratamiento adecuado y termina dañando ríos, suelos y redes cloacales. Sin embargo, existe una alternativa sustentable: reciclarlo para convertirlo en biocombustible. Desde 2017, la empresa DH-SH, con sede en Capitán Bermúdez, Santa Fe, impulsa la campaña “Reciclá tu Aceite”, una iniciativa que transforma el aceite doméstico en biodiesel, un combustible renovable y menos contaminante que los fósiles.
Actualmente, la campaña se extiende a 15 provincias del país y cuenta con el apoyo de municipios, escuelas y empresas. Su labor se organiza en tres ejes principales: la recolección y procesamiento del aceite usado proveniente de grandes generadores, como locales gastronómicos; la instalación de puntos verdes para que los hogares también puedan sumarse; y un Programa de Educación Ambiental destinado a instituciones educativas, con el objetivo de fomentar desde temprana edad hábitos sustentables.
“Reciclar el aceite de cocina es transformar un residuo contaminante en una fuente de energía limpia. En el marco del Día Mundial del Reciclaje, queremos reforzar la importancia de esta práctica que ya se implementa en hogares y comercios de todo el país. A través de campañas como ‘Reciclá tu Aceite’, demostramos que con un pequeño gesto cotidiano se puede cuidar el agua, el suelo y contribuir a generar conciencia entre la ciudadanía”, explicó Antonella Druetta, responsable de Sustentabilidad de DH-SH.
En Argentina, alrededor del 90% de la matriz energética depende de combustibles fósiles. Solo un 4,7% de la oferta interna de energía proviene de biocombustibles, que constituyen la principal fuente de energía renovable del país, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En este escenario, el trabajo de la empresa DH-SH aborda dos desafíos clave: por un lado, transforma el aceite de cocina usado en una fuente de valor, y por otro, demuestra que incluso un residuo doméstico puede convertirse en energía limpia y renovable.
Cómo sumarse a esta iniciativa
Quienes tengan aceite usado, la próxima vez en lugar de descartarlo, seguir estos simples pasos:
- Dejarlo enfriar
- Verterlo en una botella plástica limpiar y cerrarla bien
- Llevar el envase al punto verde más cercano
Las comunas y municipios adheridos informan en sus canales oficiales dónde están ubicados estos puntos, pero también podés consultarlos directamente haciendo clic en el siguiente enlace.
“Al reciclar el aceite evitamos contaminar el ambiente y, al mismo tiempo, contribuimos a la producción de energía limpia. Nuestro objetivo es trabajar junto a cada comunidad para generar conciencia y promover soluciones concretas que le den una nueva vida a este residuo mediante el reciclaje”, afirmó Sebastián Soso, responsable de Comunicación de DH-SH.
La dimensión educativa de esta campaña es fundamental para expandir el alcance de esta práctica. A través del Programa de Educación Ambiental de la empresa, ya se formaron cerca de 5.000 estudiantes de 10 provincias y más de 360 docentes y referentes educativos. Este programa incluye charlas virtuales, materiales pedagógicos descargables y un corto animado protagonizado por los “Pequeños Grandes Recicladores”, dos superhéroes que enseñan de forma didáctica cómo darle una segunda vida al aceite usado.
Cadena de valor de principio a fin
Desde el inicio de la campaña en el 2017, la empresa acumuló para su tratamiento 33.542 toneladas de este residuo, evitando la contaminación de 36.480.904,347 m3 de agua, la cantidad para llenar 14.500 piletas olímpicas. Estos datos se desprenden del Segundo Reporte de Sustentabilidad, lanzado por DH-SH, para el período comprendido entre enero y diciembre del 2023 y elaborado en conformidad con los estándares GRI (Global Reporting Initiative).
Para tomar dimensión, un solo litro de aceite usado puede contaminar hasta mil litros de agua. Además, según información citada en el Reporte a partir de estudios globales, se demostró que los aceites vegetales residuales pueden inhibir significativamente el crecimiento de las raíces y otras partes de las plantas. “Al fomentar el reciclaje del AVU, evitamos que estos contaminantes lleguen al suelo y al agua, protegiendo así la flora local y manteniendo la salud de los ecosistemas”, aseguró Druetta.
La recolección y revalorización de aceite vegetal usado y materia grasa vegetal, contribuyó de manera indirecta a evitar que el aceite usado se vierta en los sistemas de desagüe y a la reducción en los gastos públicos en el mantenimiento de las redes cloacales y en la infraestructura sanitaria. Asimismo, la mitigación de la contaminación del agua ayudó a proteger la salud pública, reduciendo los costos asociados a problemas sanitarios vinculados al consumo de aguas contaminadas.
Vale destacar que hay empresas que utilizan los insumos recuperados por DH-SH, como la materia grasa vegetal acondicionada, reduciendo sus costos operativos. Así, se genera una cadena de valor que tiene a la práctica del reciclaje en el centro de la escena. Asimismo, cobra relevancia la dimensión económica de esta acción ya que juega un papel clave en favorecer la economía regional y la generación de empleo, tanto en la planta de tratamiento y logística de DH-SH, como en empleos indirectos en empresas colaboradoras y proveedoras de servicios.
Un modelo de economía circular premiado
La campaña “Reciclá tu Aceite” fue distinguida con uno de los Premios Obrar Federal 2024, otorgados por el Consejo Publicitario Argentino, que reconocen iniciativas de comunicación con impacto social. Este reconocimiento respalda una propuesta que combina educación, sustentabilidad e innovación logística para dar respuesta a una problemática ambiental silenciosa pero significativa.
Entre sus logros más destacados también se encuentra la adhesión al Pacto Global de Naciones Unidas, un paso que refuerza el compromiso de la empresa con la regeneración del planeta, alineándose con metas y objetivos concretos para fomentar el desarrollo sostenible.
“El vínculo con la comunidad y las instituciones educativas es fundamental para nosotros. Creemos que los verdaderos agentes de cambio son los niños y adolescentes. Por eso, uno de los pilares de la campaña es generar conciencia sobre la importancia de adoptar prácticas sostenibles desde una edad temprana”, señala Sebastián Soso, responsable de Comunicación de DH-SH.
A medida que el reciclaje se afianza en la agenda pública, el tratamiento del aceite vegetal usado se presenta como una oportunidad real de transformar un residuo contaminante en energía limpia. Una acción que articula esfuerzos entre el sector público, privado, la comunidad educativa y la ciudadanía, demostrando que el cambio es posible cuando se construye en conjunto.