Patagonian Rainbow Skin (PRS) es una startup biotecnológica argentina que desarrolla apósitos bioactivos de última generación elaborados a partir de piel de trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss). Actualmente, la empresa se encuentra en negociaciones para cerrar su primera ronda de inversión pre-seed antes de que finalice el año, un paso clave para avanzar hacia el desarrollo industrial y regulatorio que le abrirá las puertas del mercado global de biomateriales médicos.
Una coincidencia que unió dos mundos
PRS nació hace tres años a partir del encuentro entre dos desafíos distintos pero complementarios. El veterinario Alejandro Maruri, especialista en medicina regenerativa, buscaba nuevas soluciones para tratar heridas complejas y de difícil cicatrización. En paralelo, Lucas Maglio, productor de salmónidos, enfrentaba un problema ambiental: toneladas de piel de trucha que se acumulaban como residuo diario, generando altos costos de descarte.
Al analizar este escenario, Fabián Shalom -excompañero de facultad de Maglio- e Ignacio Fenoy descubrieron que ese “desecho” tenía un enorme potencial. La piel de trucha está compuesta principalmente por colágeno tipo I, el mismo que estructura los tejidos humanos y que posee notables propiedades regenerativas.
“Lo que comenzó como una coincidencia se convirtió en un propósito compartido: transformar un problema ambiental en una oportunidad sanitaria y un residuo en un recurso con valor terapéutico”, explica Fabián Shalom, cofundador y Strategy Leader de PRS, en diálogo con iProfesional.
Así, la compañía surgió con una misión clara: crear biomateriales regenerativos que integren ciencia, sostenibilidad y accesibilidad, tanto para la salud humana como veterinaria.
Un apósito con triple impacto
El apósito desarrollado por PRS es un biomaterial médico estéril, bioactivo y de origen natural, cuya propuesta de valor se sustenta en tres dimensiones:
- Impacto clínico: contiene colágeno tipo I, que posee propiedades antimicrobianas naturales y promueve la regeneración tisular sin necesidad de químicos ni antibióticos.
- Impacto ambiental: reutiliza subproductos de la acuicultura responsable -libre de antibióticos-, fomentando la economía circular y reduciendo desechos.
- Impacto social: facilita el acceso a terapias avanzadas de cicatrización a costos accesibles y con potencial para generar empleo calificado en regiones patagónicas.
Del autofinanciamiento al salto global: los próximos pasos de Patagonian Rainbow Skin
El proyecto de Patagonian Rainbow Skin (PRS) comenzó bajo un modelo de bootstrapping, sostenido por el compromiso y la inversión personal de sus fundadores, Alejandro Maruri y Fabián Shalom, quienes aportaron tanto recursos propios como su experiencia profesional.
Durante esta etapa de autofinanciación, el equipo alcanzó logros clave: diseñó y estandarizó el apósito bioactivo, validó su eficacia y seguridad en modelos murinos, y comprobó su desempeño clínico en pacientes veterinarios -perros, gatos y aves- con heridas complejas.
Los resultados fueron contundentes: se observó una aceleración en la cicatrización, excelente tolerancia local y ausencia de infecciones o reacciones inflamatorias relevantes.
El reconocimiento no tardó en llegar. PRS fue seleccionada como finalista en los eAwards Argentina 2025 de NTT Data Foundation y en los Israel Innovation Awards 2025, distinciones que avalan su calidad científica, su proyección internacional y su potencial de impacto sanitario y ambiental.
Camino a la ronda pre-seed: hacia la aprobación regulatoria
La compañía se encuentra actualmente en proceso de cerrar su primera ronda de inversión pre-seed, prevista antes de fin de año, que marcará una nueva etapa en su crecimiento.
Según explica Fabián Shalom, los fondos permitirán consolidar el programa de desarrollo científico y tecnológico, y avanzar en tres frentes decisivos:
- Iniciar estudios clínicos en humanos, una vez obtenidas las aprobaciones éticas correspondientes.
- Certificar el cumplimiento de normas ISO exigidas por la FDA, paso clave para el registro y eventual comercialización en Estados Unidos.
- Poner en marcha la producción piloto bajo estándares GMP (Good Manufacturing Practices).
“Esta inversión es esencial para fortalecer la base científica, consolidar la protección tecnológica y avanzar hacia la aprobación regulatoria en mercados estratégicos”, subraya Shalom.
Un mercado en expansión y una oportunidad de escala
Aunque PRS todavía se encuentra en fase de desarrollo y validación científica, su potencial de mercado es enorme. El segmento global de apósitos avanzados supera actualmente los u$s8.000 millones y se estima que alcanzará los u$s10.500 millones para 2030. América Latina, además, lidera el crecimiento con una tasa anual compuesta (CAGR) del 9,8%.
La startup apunta a convertirse en el primer productor regional de apósitos bioactivos con certificación sostenible. Gracias a un acuerdo con Idris Patagonia S.A., dispone de una capacidad productiva potencial de más de 200.000 apósitos diarios de 3×3 cm, volumen suficiente para abastecer el mercado nacional y exportar, además de cerrar acuerdos de licenciamiento con laboratorios internacionales.
“El mercado demostró el valor de estas tecnologías. Basta ver el caso de Kerecis, adquirida por Coloplast en 2023 por u$s1.300 millones, lo que refleja el potencial de crecimiento que tiene PRS”, destaca el cofundador.
Proyección y visión a futuro
El plan de expansión de PRS se enfoca en profundizar las líneas de investigación y desarrollo (I+D), optimizar procesos productivos, proteger la propiedad intelectual y ampliar el portafolio hacia nuevas aplicaciones humanas y cosméticas.
“Queremos demostrar que es posible combinar ciencia, sostenibilidad y rentabilidad”, concluye Shalom, reafirmando el propósito de llevar un modelo de economía circular y alto valor tecnológico desde la Patagonia hacia el mundo.