El puente Hong Kong-Zhuhai-Macao es uno de los proyectos más impresionantes de la ingeniería moderna. Inaugurado en 2018, tras casi una década de construcción, se extiende a lo largo de 55 kilómetros, lo que lo convierte en el puente marítimo más largo del mundo. Una obra monumental que hoy simboliza el impulso estructural y la capacidad técnica de China.
Un desafío de ingeniería sin precedentes
Este megaproyecto une las ciudades de Hong Kong, Macao y Zhuhai, mejorando notablemente la movilidad en la región del delta del río Perla, al sur de China. Su construcción demandó más de 18.000 millones de euros y no solo destaca por su longitud, sino también por los enormes desafíos técnicos que debió superar. Además de cruzar uno de los corredores marítimos más transitados del planeta, los ingenieros tuvieron que enfrentar condiciones climáticas adversas, complejidades geológicas y riesgos sísmicos propios de la zona.
Uno de sus rasgos más llamativos es el túnel submarino de 6,7 kilómetros, que permite el paso de grandes embarcaciones sin interrumpir el tráfico portuario. Este tramo subacuático se conecta a través de dos islas artificiales construidas especialmente para sostener y dar acceso al túnel.
Conectividad y controversias en el delta del río Perla
Se estima que la infraestructura tendrá una vida útil de unos 120 años, y durante su construcción generó miles de empleos directos e indirectos, así como nuevas oportunidades de desarrollo. Sin embargo, el proyecto también recibió críticas por su altísimo costo y por el impacto ambiental en la región, especialmente sobre los delfines blancos chinos, una especie en peligro de extinción afectada por la obra.
El objetivo central del puente fue mejorar la conectividad en el delta del río Perla, una de las áreas económicas más dinámicas de China. Antes de su existencia, trasladarse entre Hong Kong, Macao y Zhuhai podía demorar varias horas, ya que dependía de ferris o rutas que bordeaban la región. Con la nueva infraestructura, ese tiempo se redujo a apenas 30 minutos en algunos tramos.
Pese a las controversias, el puente Hong Kong-Zhuhai-Macao se erige como un símbolo del avance tecnológico y de la ambición china por liderar la movilidad y el transporte a nivel global. Para muchos especialistas, representa no solo un hito de la ingeniería, sino también una infraestructura clave para el crecimiento económico de la región.