Comer plástico sin saberlo: el alarmante dato que revela un nuevo informe

Estamos comiendo, en promedio, una tarjeta de crédito por semana a través de microplásticos y esto tiene consecuencias para la salud.

El nuevo informe de WWF, «Plásticos, salud y un solo Planeta», elaborado por WWF (organización que Fundación Vida Silvestre Argentina representa en el país), junto con la Universidad de Birmingham, sintetiza casi 200 estudios científicos sobre los riesgos potenciales de la contaminación plástica -en particular los micro y nanoplásticos (MnP) y los químicos tóxicos asociados- para la salud humana y ambiental.

Estamos comiendo, en promedio, una tarjeta de crédito por semana a través de micro plásticos.

Impacto en la salud de los microplásticos

El informe evidencia que los MnP y los aditivos plásticos están vinculados a efectos biológicos graves, como alteraciones endócrinas, cánceres relacionados con hormonas (como el de mama y testículo), problemas reproductivos, infertilidad y afecciones respiratorias crónicas.

En este sentido Diego Albareda, coordinador de Paisajes Costero – Marinos de Fundación Vida Silvestre, enfatizó que “los residuos plásticos, sean macro o microplásticos, ya contaminan todos los ambientes naturales y se han incorporado a la cadena alimenticia de muchas especies, incluidos los seres humanos».

El informe evidencia que los MnP y los aditivos plásticos están vinculados a efectos biológicos graves

«La contaminación por plásticos ha dejado de ser una problemática exclusiva de los ambientes terrestres y marinos, y de la fauna que los habita, para pasar a ser una cuestión de salud pública: a través del alimento y la bebida incorporamos pequeñas partículas de plástico que se distribuyen y acumulan por nuestro organismo. Estudios indican que las personas estaríamos consumiendo, en promedio, una tarjeta de crédito por semana a través de micro plásticos”, sumó.

Qué pasa en Argentina

A nivel local, de acuerdo con el Censo Provincial de Basura Costero Marina que Vida Silvestre realiza desde 2016 como parte de la Red Costera Bonaerense (RECOBO), más del 70% de los residuos encontrados en las playas bonaerenses son plásticos. «La basura marina daña especies y hábitats valiosos, y genera además pérdidas económicas que afectan la pesca, el turismo y la navegación, por lo que es necesario abordar y revisar nuestros hábitos de consumo, el manejo de residuos y trabajar por políticas públicas coordinadas», destacaron desde la Fundación.

La contaminación por plásticos ha dejado de ser una problemática exclusiva de los ambientes terrestres y marinos, y de la fauna que los habita.

Pese a que durante agosto los gobiernos del mundo se reunirán en Ginebra para la última ronda de negociaciones del tratado global sobre la contaminación por plásticos (INC-5.2), las negociaciones para un tratado global jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos superaron los plazos originalmente establecidos. Mientras tanto la magnitud del problema sigue creciendo: cada día unas 30.000 toneladas de plástico ingresan a los océanos.

Cómo frenar la contaminación por plásticos

Para frenar de manera real y duradera la contaminación por plásticos, el tratado debe ser ambicioso, equitativo y respaldado por mecanismos eficaces de implementación, dicen. Esto implica incluir:

  • Prohibiciones globales a los productos y químicos plásticos más dañinos.
  • Regulaciones internacionales sobre el diseño de productos para facilitar una economía circular.
  • Apoyo financiero y técnico a países en desarrollo para una implementación eficaz de las medidas.
  • Mecanismos de fortalecimiento y actualización del tratado a lo largo del tiempo.

«Aunque la ciencia sigue avanzando, la evidencia actual ya es lo suficientemente contundente como para aplicar el principio precautorio: actuar frente a riesgos plausibles, aún sin certeza, para evitar o reducir posibles daños a futuro», precisaron desde la Fundación.

El tratado de plásticos debe ser ambicioso, equitativo y respaldado por mecanismos eficaces de implementación.

“El principio de precaución ha sido clave en acuerdos internacionales exitosos, como el Protocolo de Montreal de 1987, que permitió actuar frente a las sustancias que agotan la capa de ozono antes de que la ciencia estuviera completamente asentada. Gracias a esa decisión, se previnieron millones de casos de cáncer de piel y hoy la capa de ozono muestra signos de recuperación. Siguiendo ese precedente, instamos a los gobiernos a entregar un tratado basado en ciencia, legalmente vinculante, que ataque la raíz del problema con prohibiciones y eliminaciones globales de productos y químicos plásticos más peligrosos, y que ponga en el centro la salud humana, la vida silvestre y del planeta”, especificó Stefan Krause, profesor de la Universidad de Birmingham.

Y Albareda sumó: “Los hallazgos científicos más recientes destacan la importancia de abordar la contaminación por plásticos desde el enfoque de una sola salud. Esto nos permite entender mejor cómo los efectos del plástico afectan simultáneamente la salud humana, animal y el ambiente, facilitando la creación de soluciones coordinadas que protejan la salud pública, conserven la biodiversidad y refuercen la capacidad del planeta para enfrentar futuras crisis”.

C M: Notas sobre negocios y sustentabilidad.