Muy lejos de la imagen convencional de un bosque, este paisaje emerge desde el fondo de un lago, creando una escena que bien podría pertenecer a un sueño o una postal fantástica. Esta maravilla natural, que desafía la lógica y asombra por su rareza, deja sin aliento a quienes la contemplan.
Así es el bosque sumergido en un lago
Los árboles, desnudos de hojas, se alzan desde las aguas turquesas del lago como esculturas silenciosas, componiendo un entorno surreal que fusiona la serenidad del agua con la fuerza del paisaje terrestre. En este rincón del mundo, la naturaleza se expresa con un equilibrio perfecto entre misterio y belleza, regalando una experiencia visual tan única como inolvidable.
Ubicado en las montañas Tian Shan, al sureste de Kazajistán y a unos 130 km de Almatý, el Lago Kaindy es uno de los paisajes naturales más asombrosos de la región. Su fama se debe al bosque sumergido que alberga: los troncos desnudos de Picea schrenkiana (abeto de Schrenk) emergen de las aguas turquesas como espectros de otro tiempo, creando una escena tan surreal como inolvidable.
Según informa el sitio oficial Travel Eurasia, el lago recibe su nombre del cercano bosque de abedules. Su origen se remonta a hace unos 100 años, cuando un terremoto provocó un deslizamiento de tierra que bloqueó el cauce de un arroyo, formando una presa natural que inundó un bosque de pinos, conservando parte de su estructura bajo el agua.
Lago Kaindy: el bosque sumergido de Kazajistán que desaparece lentamente
Este paisaje, sin embargo, no es eterno. Con el paso del tiempo, el agua está deteriorando los árboles sumergidos, que podrían descomponerse o ser arrastrados. Además, el proceso de sedimentación amenaza con reducir gradualmente el nivel del lago, alterando su fisonomía y llevándolo, eventualmente, a la desecación.
Por eso, el Lago Kaindy es considerado un fenómeno natural tan extraordinario como efímero, una joya del planeta que debe ser apreciada mientras aún conserva su magia intacta.