En las profundidades del Mar Argentino, la travesía comenzó antes del amanecer del 14 de diciembre. Desde el puerto de Buenos Aires, el buque Falkor (too), del Schmidt Ocean Institute, puso proa hacia el sur rumbo a regiones donde el mapa aún deja lugar a lo desconocido. La misión: develar los secretos de ecosistemas extremos que se desarrollan a cientos de metros bajo la superficie, en una campaña denominada “Vida en los extremos”, que finalizará el 10 de enero de 2026 en Puerto Madryn.
La expedición está liderada por la doctora María Emilia Bravo y cuenta con la participación de un equipo de 25 investigadores del Conicet, la Universidad de Buenos Aires (UBA) y especialistas internacionales. El trabajo se centra en la exploración de tres zonas estratégicas del talud continental, marcando un nuevo hito para la investigación oceanográfica argentina.
Desde la primera inmersión en el norte del mar, cada descenso del ROV SuBastian convirtió la oscuridad del fondo oceánico en un auténtico laboratorio en tiempo real. Las transmisiones en vivo permitieron acercar a la sociedad imágenes inéditas de paisajes y especies nunca antes registradas frente a las costas del país, seguidas por una audiencia masiva que acompañó los momentos más destacados de la exploración.
La iniciativa de transmisión en vivo desarrollada por científicos del Conicet en el cañón submarino Mar del Plata tuvo un fuerte impacto público y fue reconocida con el primer puesto y el Martín Fierro de Oro en los Premios Martín Fierro a los Canales de Streaming 2025, consolidándose como un ejemplo de divulgación científica de alto alcance.
Pez plano
A 476 metros de profundidad, un pez plano de cuerpo ovalado y camuflaje moteado descansaba sobre el fondo fangoso. A su alrededor, una ofiura extendía sus largos brazos articulados, mientras una pluma de mar blanca emergía del sedimento como un látigo. La escena, captada por el ROV SuBastian en el Mar Argentino, refleja la diversidad de organismos adaptados a un entorno frío, oscuro y bien oxigenado, característico de la zona batial.
Pluma de mar
Con una silueta más arqueada y plumosa, esta pluma de mar se erguía en el centro del lecho fangoso a 477 metros de profundidad. Su eje central sostenía numerosos pólipos ramificados que capturaban diminutas partículas de alimento, mientras que el bulbo basal la fijaba firmemente al sedimento. La imagen registrada por el ROV SuBastian también dejó ver un pequeño crustáceo o molusco semienterrado, en un ambiente frío y rico en oxígeno que favorece la diversidad bentónica batial.
Anémona
Desde el sedimento, una anémona de tubo desplegaba sus largos tentáculos radiales, asomando apenas desde su refugio. La especie habita profundidades de entre 473 y 477 metros, bajo condiciones ambientales estables documentadas por el ROV SuBastian en el Mar Argentino: temperatura constante de 4,63 °C, salinidad oceánica y elevada saturación de oxígeno, factores que permiten el desarrollo de una abundante fauna bentónica.
Colores y camuflaje
A unos 475 metros de profundidad, la imagen revela un verdadero “oasis” bentónico. Una colonia de coral de aguas frías -probablemente un coral negro o una gorgonia- se eleva con ramificaciones densas que brindan refugio a numerosas especies. A su lado, una esponja de cristal de forma globosa, con esqueleto de sílice, filtra grandes volúmenes de agua cargada de partículas. Sobre las ramas del coral se observan varias ofiuras trepadoras, mientras que una ofiura rojiza, de brazos espinosos, se desplaza por el fondo fangoso.
Araña de mar
La última imagen, tomada a 481 metros de profundidad por el ROV SuBastian, muestra una araña de mar de patas largas y cuerpo diminuto. Este picnogónido, con una envergadura estimada de 15 a 20 centímetros, utiliza su probóscide para alimentarse de invertebrados blandos del fondo. En otra toma, un grupo compacto de anguilas de fango recorre el sedimento: peces alargados, depredadores y carroñeros habituales de la zona batial. El microarrecife formado por coral de bambú y esponja de cristal añade complejidad al hábitat y sirve de soporte para ofiuras y otros organismos.