Cuando se piensa en el vinagre se suele asociarlo con la cocina, la limpieza o incluso con trucos caseros para el cuidado del cabello. Sin embargo, este producto tan común en cualquier hogar tiene usos mucho más sorprendentes. Uno de ellos es la elaboración de bioplásticos caseros, una alternativa ecológica y biodegradable que ayuda a reducir residuos y cuidar el planeta.
Los bioplásticos son materiales creados a partir de elementos orgánicos, renovables y compostables, como el almidón de maíz, los aceites vegetales o la caña de azúcar. Su gran ventaja es que pueden sustituir al plástico convencional, disminuyendo el impacto ambiental y la dependencia de recursos no renovables.
Por qué combinar vinagre y almidón de maíz
Con una mezcla sencilla de vinagre, almidón de maíz, agua y glicerina es posible fabricar un plástico biodegradable en casa. Este material puede utilizarse para hacer bolsas, envoltorios, fundas de ropa o mantas para proteger plantas de las heladas. En la industria, con procesos más complejos, sirve para elaborar desde cepillos de dientes hasta botellas o juguetes.
Receta paso a paso
- Colocar en una olla mediana 200 ml de agua (puede ser de la canilla o destilada)
- Agregar 20 gramos de glicerina, 20 ml de vinagre de alcohol y 30 gramos de almidón de maíz
- Encender el fuego y remover constantemente para evitar la formación de grumos
- Verter la mezcla sobre una superficie antiadherente, como silicona, papel manteca o aluminio (si querés, podés untar la base con un poco de vaselina para que se despegue más fácil)
- Extender la preparación en una capa fina y uniforme
- Dejar secar hasta que esté completamente dura… ¡y listo!