Argentina ya cuenta con su primera plataforma nacional de trading digital para mercados de carbono, y los expertos proyectan que podría convertirse en una Vaca Muerta «verde” por su potencial económico.
La plataforma se llama BACX y ya opera en el mercado voluntario de carbono argentino a través de un sistema “completamente digital” que permite listar y negociar créditos de carbono verificados de todos los estándares internacionales, para “garantizar transparencia y trazabilidad”.
“Se ha estimado que en los próximos 5 o 10 años se van a estar invirtiendo alrededor de 1.3 trillones de dólares al año en la generación de proyectos de sustentabilidad. Tener un mercado en la Argentina que pueda, de alguna manera ayudar a canalizar parte de eso, es un diferencial importante”, afirmó Alejandro Guerrero, CEO de BACX durante la presentación donde estuvo Economía Sustentable.
En este sentido destacó que el país tiene “una gran oportunidad” y “lo que le estamos dando es infraestructura a esa oportunidad para generar algo que puede ser una solución única a nivel mundial”.
«Nuestra idea es crear mercado para ampliar las inversiones en Argentina. No es para comercializar créditos del exterior, es para que argentinos, generadores y argentinos compradores, y empresas argentinas que quieren compensar sus emisiones de carbono y que tengan así un medio eficaz, asegurado y profesional y absolutamente transparente», remarcó.
También explicó que el modelo operativo de la plataforma se apoya “en socios estratégicos como ACX y Lockton, que aportan conocimiento especializado en áreas como trading, riesgo, escalabilidad del mercado y financiamiento”.
Cómo funciona BACX, la primera plataforma digital de trading de carbono de Argentina
A partir de este jueves BACX ya se encuentra operativa y desde la empresa explicaron que el valor de cada crédito de carbono va a “depende del proyecto subyacente”.
“Cambian con el tiempo -remarcó reiteradamente Alejandra Scafati, vicepresidenta de BACX y reconocida especialista en mercados de carbono- pero, en promedio, los créditos vinculados a soluciones basadas en la naturaleza, como la restauración de suelos o ecosistemas, rondan entre 20 y 30 dólares; los de eficiencia energética entre 5 y 6 dólares, y los asociados a captura de metano entre 6 y 8 dólares”.
Y sumó: “Si bien el certificado de carbono es una especie de commodity, porque usás siempre una tonelada de dióxido de carbono en la transacción, que esa es la unidad de medida, no está basada en el mismo producto. Por eso el precio puede variar”.
¿Para qué sirve la plataforma? “La idea de comprar los créditos eventualmente puede ser como un sistema de inversión, para compensación de sus emisiones de carbono de las empresas, entonces el crédito carbono básicamente funciona como un sistema de decir, ‘si yo emito y compro y compenso, elimino de la existencia ‘esa tonelada de carbono, y entonces emitís cero’. Generalmente, en definitiva lo que es un neto cero”, precisó Guerrero.
En este sentido, Scafati remarcó que cada vez hay más exigencias para las empresas –y que sobrepasan, a las políticas nacionales- para cumplir con la reducción de emisiones, “más allá de si creamos o no en el cambio climático”.
“Esto es una discusión económica -sumó Guerrero-. Dentro de poco los argentinos no van a poder exportar a Europa si no tienen su pasaporte de sustentabilidad”.
Cabe destacar que la puesta en marcha de BACX “se alinea con la Estrategia Nacional para el Uso de Mercados de Carbono (ENUMeC) del país, que contempla el uso de estos mercados para el cumplimiento de sus metas climáticas”.
Diferenciales y desafíos de BACX
Actualmente, tres iniciativas argentinas ya operan a través de BACX: Unitán, con créditos generados por sus operaciones forestales en Chaco y Formosa; Nideport, con un proyecto de soluciones basadas en la naturaleza en Misiones; y el gobierno de Misiones, que impulsa el primer proyecto subnacional de reducción certificada de deforestación y degradación de bosques nativos.
Guerrero, especialista en riesgos climáticos, explicó que una de las principales innovaciones de BACX es su sistema de seguros. “La generación de créditos de carbono implica nuevos riesgos, que cambian según la zona y el tipo de instrumento. Además, surgen otros como el riesgo político: por ejemplo, India determinó que sus créditos sólo pueden ser comercializados dentro del país, lo que limita a inversores extranjeros”, indicó.
Para enfrentar esos desafíos, desde BACX trabajan con mercados de Londres y aseguradoras locales en el desarrollo de productos específicos. Uno de ellos es el Carbon Credit Cancellation, una póliza “todo riesgo” que cubre la cancelación del crédito, con una vigencia de un año renovable. También están en marcha otros seguros adaptados a distintos escenarios.
Sobre el desafío que tiene por delante la plataforma, Guerrero, señaló que actualmente hay una falta de proyectos para poder dar respuesta a la demanda de las empresas. “Es fundamental entender la importancia estratégica de la Argentina y por qué elegimos este país para desarrollar el mercado”, afirmó.