Una startup argentina redujo hasta 50% el uso de químicos y ganó un reconocido premio mundial

Unibaio nació en 2011 como un proyecto de investigación científica, lo que desde el inicio le permitió establecer un vínculo estrecho con la Universidad Nacional de Mar del Plata y el Conicet.

Una startup argentina redujo hasta 50% el uso de químicos y ganó un reconocido premio mundial

Hoy la empresa está integrada por cinco cofundadores: Claudia Casalongue, Vera Álvarez, Daniela Caprile, Florencia Salcedo y Matías Figliozzi. En octubre obtuvo el premio a la Innovación del Año en el World Food Forum 2025 de Naciones Unidas, un reconocimiento que distingue a emprendimientos que transforman la forma de producir, procesar y consumir alimentos.

La tecnología que desarrollaron, basada en nanopartículas, permite reducir hasta un 50 % el uso de agroquímicos sin afectar el rendimiento, un avance clave para una agricultura más eficiente y sustentable.

Cómo fueron los comienzos de Unibaio

La iniciativa fue impulsada por Claudia Casalongue, investigadora superior del Conicet y actual gerente de tecnología de Unibaio. Doctora en Fisiología Vegetal, dedicó su carrera a buscar soluciones que protegieran a las plantas de enfermedades sin recurrir al uso excesivo de químicos. Su especialización en el sistema hormonal vegetal la llevó a identificar un polímero natural muy bien recibido por las plantas: el quitosano.

“Más allá del nombre científico y complejo, lo curioso es que este polímero también está en la superficie de los desechos de langostinos, que se acumulan en la Patagonia y muchas de las pesqueras que provienen de Mar de Plata”, explicó Matías Figliozzi, economista y CEO de Unibaio.

Ese mismo polímero presente en caparazones de langostinos también se encuentra en los de insectos y hongos que atacan a los vegetales. Por eso, cuando las plantas lo detectan, activan de inmediato su sistema de defensa. “A Claudia se le ocurrió que se podía aprovechar eso para ‘engañar’ a las plantas, hacerles creer que van a ser atacadas y que tengan un rol activo en su protección”, detalló Figliozzi.

Al estimular esta respuesta, las plantas absorben mejor los productos y aumentan su eficacia. Esto, sostuvo, permite reducir el uso de químicos sin perder rendimiento, una demanda central de los productores. Un ejemplo: usar la mitad de glifosato y obtener el mismo resultado en el campo.

Más adelante se sumó la ingeniera Vera Álvarez, doctora en Ciencia de Materiales e investigadora del Conicet, con trayectoria destacada en nanotecnología. Como socia fundadora, Álvarez modificó el polímero a escala nanométrica para dotarlo de nuevas propiedades y hacerlo más útil para los objetivos del proyecto.

La empresa desarrolló una tecnología en nanopartículas que potencia la protección de los cultivos

Tras lograrlo, impulsó al equipo a ir más allá del paper científico y convertir la investigación en un producto real. “Esto se logra a través de un producto que la gente pueda comprar. Y eso es un negocio”, alegó Figliozzi.

En ese proceso acudieron a la incubadora de la Universidad Nacional de Mar del Plata, que acompañó la creación de la startup. También se incorporaron las cofundadoras Daniela Caprile, doctora en Ciencia y Tecnología, y Florencia Salcedo, doctora en Ciencias Biológicas.

“Durante la pandemia me sumé como economista para contribuir a pensar en la tecnología de una manera global, porque hay una oportunidad de aplicar esto en todo el mundo”, sostuvo Figliozzi.

En 2022 recibieron sus primeras inversiones privadas y comenzaron a diseñar el producto que querían lanzar. Así nació Turbo Charge, presentado este año. “Lo pueden usar los paperos de Mar del Plata para potenciar y mejorar la eficiencia de los fungicidas más comunes. Tendrán mayor cantidad de papas, pero utilizando menos químico”, estableció.

En la actualidad, Unibaio reúne a cinco cofundadores y un equipo de quince personas de múltiples disciplinas: química, biología, materiales y más. “A la vez, estamos haciendo pruebas con algunas de las agroquímicas más grandes del mundo para que incluyan nuestro polvo -que es, físicamente, un ‘polvito’- en sus productos, y así ayudarlos a crear nuevas tecnologías más eficientes para todo el mundo”, proyectó.

Innovación del Año

Con esa propuesta, se presentaron al World Food Forum, organizado por Naciones Unidas. La edición de este año recibió 1.500 startups de todo el mundo con soluciones en agricultura y alimentación. El proyecto avanzó hasta quedar entre los ocho finalistas, y el equipo fue invitado a exponerlo en Roma, durante el encuentro anual de la FAO realizado del 10 al 17 de octubre.

Unibaio fue evaluado por un jurado que finalmente le otorgó el premio a la Innovación del Año. Para Figliozzi, “es un gran reconocimiento. Tiene un premio económico, pero lo realmente relevante es la visibilidad y, sobre todo, la oportunidad de conectar con gente que toma decisiones a escala global, como los más grandes del mundo de los agroquímicos y personas pertenecientes al gobierno”.

La compañía trabaja para resolver desafíos que enfrentan grandes empresas de alimentos, “como McCain, productora de papas fritas, o la elaboradora de café más grande del mundo: corporaciones muy grandes, que intentan tener las prácticas más sustentables posibles porque sus clientes -nosotros, los consumidores- así lo demandan”.

Con los cambios regulatorios en marcha, el mercado global avanza hacia una menor utilización de químicos en los alimentos. “Entonces presionan a los agricultores, pero estos en general no tienen muchas alternativas: si dejan de aplicar productos químicos para proteger a los cultivos, o para nutrirlos, las plantas crecen menos y producen menos comida. Eso haría inviable el negocio agrícola”, sentenció.

Y añadió: “Hay una tensión natural entre producir mucha comida barata para que haya menos gente en la pobreza y producir de una manera más amigable con el ambiente. Esto se da porque así es la tecnología como está planteada hasta el momento”.

El objetivo ahora es aprovechar la visibilidad internacional para acercarse a grandes corporaciones con redes globales de proveedores. “Como Nestlé, o empresas que tienen redes de proveedores en muchos países. Si logramos convencerlas, ellas pueden llevarnos a todos los productores de todo el mundo”, reveló.

I M: Notas sobre negocios y sustentabilidad.