El sector de la construcción en Argentina suma un capítulo inédito en su transición hacia prácticas más sostenibles. Por primera vez, una empresa del rubro decide compensar de forma directa sus emisiones de carbono mediante una inversión en un proyecto REDD+ certificado dentro del país.
Se trata de la empresa italiana que fabrica productos químicos para la construcción, presente en Argentina desde 1999: Mapei. La iniciativa se concreta a través del Proyecto Selva de Urundel, ubicado en el departamento de Orán, en el norte de Salta, que protege cerca de 50.000 hectáreas de bosque nativo.
Los 3 pilares del proyecto
La compañía adquirió 300.000 créditos de carbono generados por este proyecto, certificado bajo los estándares internacionales VCS (Verified Carbon Standard) y CCB (Climate, Community and Biodiversity Standards). El objetivo es evitar la emisión de más de 9,6 millones de toneladas de CO₂ equivalente durante los 30 años que dura el programa. La acción posiciona a la empresa como pionera en un sector responsable de aproximadamente el 38% de las emisiones globales de CO₂, según el Global Alliance for Buildings and Construction (2023).
“Este proyecto combina tres pilares fundamentales: la reducción de emisiones, la protección de la biodiversidad y la inclusión social. No sólo preserva la captura natural de carbono del ecosistema, sino que también garantiza la conservación de especies en peligro, como el yaguareté, el tapir y el águila poma. Además, el proyecto impulsa el desarrollo local sostenible, mediante la creación de empleos verdes, programas de educación ambiental y capacitación para comunidades vecinas en el control de incendios, manejo del bosque y monitoreo de biodiversidad”, señaló Lucas Alvarez, Gerente de Marketing y Comunicaciones de Mapei Argentina.
Las previsiones del programa son ambiciosas: se espera reducir la deforestación en un 70%, restaurar miles de hectáreas degradadas y mejorar la calidad del aire y del suelo de la región. Al conservar los servicios ecosistémicos, el proyecto también fortalece la resiliencia climática, ya que contribuye a la regulación de lluvias y protege fuentes de agua dulce. “El bosque es un aliado esencial en la lucha contra el cambio climático; cada hectárea protegida representa una inversión en el futuro del planeta”, expresaron desde la organización técnica que lidera la iniciativa.
Soluciones climáticas
El Proyecto REDD+ Selva de Urundel es el primero en Argentina certificado con estándares internacionales, lo que posiciona al país en el mapa global de soluciones climáticas basadas en la naturaleza. Además de su impacto ambiental, genera un efecto económico positivo: los recursos obtenidos por la venta de créditos se reinvierten en infraestructura, educación, monitoreo satelital y prácticas agroforestales sostenibles. Esta dinámica fortalece las capacidades locales en la gestión de recursos naturales y promueve una economía circular que beneficia directamente a las comunidades rurales.
“Desde 2012, Mapei ha venido compensando sus emisiones residuales de CO₂ mediante la adquisición de créditos certificados en proyectos internacionales de energía renovable y conservación forestal, incluyendo iniciativas en Italia, Vietnam e Indonesia. Esta experiencia global se refleja ahora en Argentina con la inversión en Selva de Urundel, demostrando cómo la empresa integra la medición, reducción y compensación de emisiones en su estrategia de sostenibilidad de manera planificada y verificable”, agregaron desde Mapei.
De cara al futuro, especialistas estiman que más compañías del sector podrían seguir este camino e incorporar proyectos REDD+ en sus políticas ambientales. La experiencia de Selva de Urundel evidencia que es posible producir, crecer y al mismo tiempo proteger el planeta, una premisa cada vez más urgente en plena emergencia climática.