Un gigante inauguró su primera red de carga ultrarrápida para vehículos eléctricos

Con casi un siglo de historia en el suministro de energía portátil, Duracell da un paso firme hacia el futuro de la movilidad eléctrica. Bajo la marca Duracell E-Charge, la compañía estadounidense anunció el lanzamiento de su primera red de carga rápida para vehículos eléctricos (VE), que comenzará a operar en el Reino Unido en 2025.

Duracell inauguró su primera red de carga ultrarrápida para vehículos eléctricos

La elección del país británico no es casual: el Reino Unido prohibirá la venta de coches nuevos de gasolina y diésel a partir de 2030, lo que impulsa tanto la adopción de vehículos eléctricos como la necesidad de infraestructura de carga. Duracell busca aprovechar este contexto para posicionarse en un mercado en plena expansión.

Con una inversión estimada en más de 200 millones de libras (unos 266 millones de euros) durante la próxima década, la empresa no solo pretende competir, sino también mejorar la experiencia de carga. Para ello, se alió con Elektra Charge, encargada de la gestión de la red, y con The EV Network (EVN), uno de los principales desarrolladores de infraestructura de carga del país, responsable de la financiación y construcción de los puntos.

El objetivo de Duracell es tan ambicioso como claro: hacer que cargar un coche eléctrico sea tan sencillo como cambiar las pilas de un mando a distancia. Las estaciones E-Charge contarán con cargadores ultra rápidos de 400 kW, capaces de recuperar gran parte de la autonomía de un vehículo en menos de 15 minutos, siempre que el modelo sea compatible.

Además, cada punto de carga ofrecerá interfaces intuitivas, señalización clara y asistencia 24/7, con opciones de pago mediante app móvil, tarjeta contactless o sistema plug-and-go, que inicia la carga automáticamente al conectar el vehículo.

Las primeras seis estaciones comenzarán a operar en 2025, como parte de un plan que prevé alcanzar 100 estaciones y 500 puntos de carga para 2030. Los emplazamientos serán estratégicos: autopistas clave, zonas urbanas de alto tránsito y lugares de gran afluencia como centros comerciales, hoteles o estaciones de servicio.

El proyecto apunta tanto a la comodidad del usuario como a la rentabilidad y sostenibilidad operativa de la red, factores determinantes en un mercado aún en desarrollo.

Estará ubicada en el Reino Unido y es la primera incursión de la marca en infraestructura de carga para vehículos ecológicos

La incursión de Duracell en la movilidad eléctrica refuerza su identidad como marca asociada a la energía y la confiabilidad. Su logo, presente durante décadas en dispositivos domésticos, podría transformarse ahora en un símbolo de confianza también en la carretera.

Pero más allá del marketing, la compañía parece tener una convicción de fondo: apostar por un futuro sin emisiones. Como resume Reza Shaybani, CEO de EVN: “La necesidad de una carga más rápida y fiable es evidente”. Y Duracell decidió ser parte de la solución, no una espectadora.

Por qué son tan importantes las estaciones de carga de batería

La expansión de las redes de carga rápida para vehículos eléctricos se inscribe en una tendencia global que está redefiniendo el panorama del transporte. Cada vez más compañías vinculadas al sector energético, tecnológico y automotor compiten por ocupar un rol protagónico en esta transformación, conscientes de que la infraestructura de carga será uno de los factores determinantes para acelerar la adopción masiva de la movilidad eléctrica.

El desarrollo de estas redes no solo implica instalar cargadores, sino también repensar el modo en que se produce, distribuye y utiliza la energía. Las nuevas estaciones incorporan tecnologías inteligentes capaces de gestionar la demanda en tiempo real, reducir el consumo en horas pico y aprovechar fuentes renovables como la solar o la eólica. De esta forma, los puntos de carga no solo facilitan el uso de vehículos eléctricos, sino que también contribuyen a descarbonizar el sistema energético.

Otro avance clave es la integración de sistemas de almacenamiento de energía en las propias estaciones. Estas baterías permiten acumular electricidad durante los momentos de baja demanda y liberarla cuando el consumo se dispara, aliviando la presión sobre la red eléctrica y garantizando un servicio más estable y eficiente.

La digitalización también desempeña un papel central en esta nueva etapa. Las plataformas de gestión en línea y las aplicaciones móviles ofrecen información en tiempo real sobre disponibilidad de cargadores, tiempos de espera, tarifas y métodos de pago, brindando al usuario una experiencia más ágil y personalizada.

En conjunto, estas innovaciones muestran cómo la movilidad eléctrica va más allá del automóvil: representa una transformación tecnológica y cultural en torno a la energía, donde sostenibilidad, eficiencia y conectividad se combinan para impulsar un modelo de transporte más limpio, inteligente y resiliente.

I M: Notas sobre negocios y sustentabilidad.