A pocas horas de la ciudad de Buenos Aires, la provincia ofrece lagunas ideales para quienes buscan una escapada corta, contacto con la naturaleza y actividades al aire libre. Remar en kayak, disfrutar del silencio del agua y desconectarse del ritmo urbano es posible sin recorrer grandes distancias.
Estas tres lagunas bonaerenses combinan paisajes tranquilos, servicios turísticos y accesos sencillos desde CABA.
La laguna de Chascomús: agua, costanera y atardeceres
Ubicada a unos 120 kilómetros al sudeste de la ciudad de Buenos Aires, la laguna de Chascomús es una de las más elegidas para actividades náuticas. Forma parte del sistema de humedales del río Salado y cuenta con una extensa costanera, paradores y servicios turísticos durante todo el año.
Es un lugar ideal para hacer kayak y paddle surf, tanto para principiantes como para quienes ya tienen experiencia. Además, se puede caminar o andar en bicicleta por la costanera, disfrutar de un picnic junto al agua, observar aves y recorrer el casco histórico de la ciudad.
Desde CABA se llega fácilmente en auto por la Ruta Provincial 2, en un viaje de aproximadamente una hora y media o dos, según el tránsito.
La laguna de Lobos: naturaleza y calma cerca de la ciudad
A poco más de 110 kilómetros de Buenos Aires, la laguna de Lobos es otra excelente opción para una escapada de fin de semana. Rodeada de vegetación y con amplios espacios verdes, ofrece un entorno tranquilo para remar y descansar.
El kayak es una de las actividades más elegidas, junto con paseos en bote y la observación de aves, como patos, garzas y biguás. La zona cuenta con sectores para picnic, campings y alquiler de embarcaciones durante la temporada de verano.
Para llegar desde CABA, el recorrido más habitual es por la Ruta Nacional 205, combinando luego con rutas provinciales. El trayecto demanda alrededor de una hora y media en auto.
La laguna La Brava: kayak entre sierras
Más alejada de la Capital, pero con un entorno único, la laguna La Brava se encuentra en el partido de Balcarce, a unos 420 kilómetros al sur de la Ciudad de Buenos Aires. Rodeada de sierras y campos, se destaca por su paisaje abierto y su atmósfera de desconexión total.
Es un destino elegido para practicar kayak, windsurf y navegación a vela, además de caminatas por la orilla y avistaje de aves. La combinación de agua y relieve serrano la convierte en una opción distinta dentro del circuito de lagunas bonaerenses.
Desde CABA se llega en auto en unas cuatro horas y media o cinco, por rutas nacionales y provinciales en buen estado.