Cada vez más viajeros buscan conectarse con la naturaleza sin renunciar a la comodidad. En ese contexto, surge una nueva alternativa: los “glampings”, una nueva forma de alojarse que combina la experiencia del camping con el confort de un hotel. Esta tendencia está creciendo cada vez más en distintas regiones del país y, en muchos casos, se integran prácticas sustentables y de bajo impacto hacia el medio ambiente.
A continuación, cinco propuestas de eco-glampings distribuidos por Argentina que ofrecen descanso, vistas únicas y una relación más respetuosa con el entorno.
1. Ecoposada del Estero, en Colonia Carlos Pellegrini, Corrientes
Ubicada en el corazón de los Esteros del Iberá, Ecoposada del Estero es uno de los alojamientos más comprometidos con la conservación del ecosistema correntino. Su arquitectura bioclimática consta de paredes de barro, techos altos, energía solar pasiva y vegetación abundante, lo que permite mantener frescura natural y reducir el consumo energético.
La posada implementa separación integral de residuos, compostaje y reutilización de plásticos mediante el programa “botellas de amor”. También cuentan con huerta propia y producción de carne en pastizales naturales, lo que reduce la huella alimentaria.
“En nuestro predio cortamos el pasto solo en un área muy pequeña: dejamos que la naturaleza crezca como quiere, porque eso es lo que los animales necesitan”, explicaron a Economía Sustentable.
Además, según detalló Estrella Losada, cofundadora del proyecto, “el único camino posible para preservar nuestro planeta es que todos cuidemos el ambiente y evitemos el consumismo”.
Tarifas: programas desde $360.000 por persona (2 noches, con comidas y excursiones incluidas).
2. Glamping Los Palmares, en El Impenetrable, Chaco
Sobre las orillas del río Bermejo, este glamping ofrece carpas tipo safari elevadas sobre plataformas de madera, con deck privado y vistas al bosque nativo del Impenetrable chaqueño. Es una opción ideal para quienes buscan naturaleza profunda y experiencias guiadas.
El complejo utiliza paneles solares y promueve prácticas de turismo responsable en un ecosistema especialmente sensible, articulando su propuesta con conservación y educación ambiental.
Este proyecto trabaja junto a guías locales y organizaciones de conservación para promover el cuidado del bosque chaqueño, uno de los ecosistemas más vulnerables del país.
Tarifas: entre USD 280 y USD 300 por persona por noche (categorías Standard y Superior), con pensión completa y actividades guiadas incluidas.
3. Denmoza Eco Lodge, en Potrerillos, Mendoza
A metros del embalse de Potrerillos, Denmoza Eco Lodge combina domos y habitaciones de montaña con una propuesta enfocada en la desconexión total y el bajo impacto ambiental. El complejo utiliza energía solar, biodigestores y, en algunos sectores, tanques solares de agua. Además, el alojamiento funciona con agua de vertiente, lo que evita el uso de agua de red y permite un manejo responsable del recurso.
También implementan compostaje, separación de residuos y captación de agua de lluvia para riego. En cuanto a la filosofía ambiental dentro del hospedaje, la comunicación con los huéspedes es clave. “Tratamos de evitar lavados innecesarios y fomentamos a nuestros huéspedes prácticas simples para evitar el cambio de blancos y así reducir el consumo de agua y energía”, explicó Hernán, uno de los dueños del complejo, a Economía Sustentable.
Una de las características que más destacan del lugar es su bajo impacto en el suelo, especialmente en la zona de glamping. “Las estructuras son totalmente removibles: pueden desarmarse y dejar el terreno casi como estaba originalmente”, señaló.
Tarifas: entre $100.000 y $150.000 por noche, según tipo de domo o habitación (base doble), con desayuno incluido.
4. Glamping La Romelia, en Sierras Chicas, Córdoba
Rodeado de bosque nativo y atravesado por arroyos serranos, La Romelia es un glamping ubicado dentro de una Reserva Hídrica Natural. Sus domos funcionan íntegramente con energía solar y el agua caliente proviene de termotanques solares de gran capacidad.
La gestión del agua es uno de los ejes del proyecto: se abastecen de una vertiente local, complementan con captación de agua de lluvia y cuentan con una perforación de 100 metros exclusivamente para agua potable.
El enfoque comunitario también forma parte de su identidad: “Preferimos apostar a la economía circular y comprar la producción de vecinos que ya tienen huertas y granjas”, contó Pedro, propietario del glamping, a Economía Sustentable.
Sobre la motivación detrás del concepto, Pedro expresó: “Estamos convencidos de que el alojamiento de bajo impacto es la tendencia. Hay más conciencia ecológica y estamos volviendo a valorar la naturaleza”.
Tarifas: entre $120.000 y $150.000 por persona por noche según día y modalidad (desayuno + cena o all inclusive). El Family Plan ronda entre $240.000 y $290.000 por noche para 2 adultos y 2 menores.
5. Patagonia Eco Domes, en El Chaltén, Santa Cruz
Ubicado en el inicio del sendero a Laguna de los Tres y rodeado por el Parque Nacional Los Glaciares, Patagonia Eco Domes ofrece domos geodésicos con vista directa al Fitz Roy. Cada domo tiene baño privado, estufa a leña y una ambientación pensada para quienes buscan naturaleza plena sin perder comodidad.
El complejo funciona con energía solar, una decisión clave para minimizar el impacto en un área ambientalmente delicada, y mantiene un formato de construcción liviana, integrado al paisaje sin interferir en el entorno. La propuesta apunta a un turismo responsable y silencioso, ideal para senderistas y amantes de la Patagonia profunda.
Tarifas: desde USD 528 a USD 600 por noche para dos personas, según modalidad (no reembolsable o flexible). Incluye pensión completa: desayuno buffet, cena y vianda para las caminatas.
El crecimiento de estos proyectos refleja un cambio trascendental en la forma de viajar: cada vez más personas buscan experiencias que conecten con el entorno y generen un impacto positivo. Los glampings sustentables ofrecen una manera distinta de recorrer el país, combinando tranquilidad y naturaleza, comodidad y lujo y, por sobre todo, responsabilidad ambiental.