En el Alto Valle de Río Negro y Neuquén, un equipo integrado por Fundación GEN, la empresa Modo Domo y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) concretó un desarrollo que promete transformar la construcción sustentable en Argentina: placas fabricadas con fibra de cáñamo industrial.
El producto, que ya está listo para su escalado, combina aislación térmica, resistencia mecánica y durabilidad, con la ventaja de estar hecho a partir de un cultivo anual y 100% renovable. “Es ecológica, de bajo impacto ambiental, está hecha 100% en la Argentina y su potencial es enorme, en especial para zonas con desafíos climáticos como la Patagonia”, destacó Martín Ancaten Ureta, referente de Fundación GEN y socio de Modo Domo.
Construcción más sustentable
La iniciativa se inscribe en un modelo de economía circular que utiliza materia prima local, evitando la importación de materiales de construcción y reduciendo costos logísticos. La comparación con la madera muestra una ventaja significativa: mientras que los paneles derivados de árboles requieren ciclos de 15 a 20 años, el cáñamo permite obtener biomasa en apenas cinco meses.
En solo una hectárea se cosechan entre 3 y 10 toneladas de la parte leñosa del tallo, conocida como “hurds”, y cada placa de 1,20 x 2,40 metros necesita apenas 30 kilos de fibra procesada. El proceso de fabricación no requiere tecnología compleja: se utilizan las mismas máquinas que en la producción de tableros de madera.
La producción comercial podría comenzar en dos o tres temporadas agrícolas, cuando la Fundación GEN complete la multiplicación local de semillas. El proyecto ya fue premiado en certámenes como “Emprendedores de Río Negro”, el Premio Nacional al Emprendimiento Joven Argentino y el concurso Nobleza Obliga 2023.
El doctor Alejandro Bacigalupe, jefe del Departamento de Materiales Compuestos del INTI, subrayó que iniciativas como esta “diversifican economías regionales, generan empleo calificado y construyen soberanía tecnológica”. Además, el cultivo de cáñamo ayuda a regenerar suelos, incluso en zonas de explotación hidrocarburífera.
Hacia adelante, los impulsores prevén expandir el uso de cáñamo en otros materiales para la construcción y en sectores como el medicinal, cosmético y alimenticio. El año pasado, Fundación GEN logró la primera extracción nacional de aceite y harina comestibles de este cultivo, hoy en etapa de análisis para su aprobación comercial.