El intento de crear un estándar global para que las petroleras alineen sus operaciones con los objetivos de emisiones netas cero fue suspendido tras el retiro de varias compañías clave del grupo asesor.
Así lo reveló el Financial Times (FT). Shell, la noruega Aker BP y la canadiense Enbridge abandonaron la Science-Based Targets initiative (SBTi), organismo reconocido por evaluar metas climáticas corporativas, luego de que se les indicara que cumplir con los nuevos criterios implicaría renunciar a desarrollar nuevos campos de petróleo y gas a partir de 2027, o antes si presentaban un plan climático.
La SBTi confirmó que ha “pausado” el desarrollo del estándar específico para petróleo y gas por “la necesidad de un trabajo significativo e intensivo en recursos”, sin vincularlo directamente con la salida de las compañías. “Este es el único motivo detrás de nuestra decisión. Retomaremos el desarrollo en un momento a definir”, señaló un vocero.
Estándares poco realistas e inflexibles
Sin embargo, según el FT, el borrador de las nuevas reglas provocó el quiebre: establecía explícitamente que las empresas no podrían expandir su producción fósil si querían cumplir con los objetivos del Acuerdo de París. Shell expresó que el borrador “no reflejaba de forma sustantiva la visión de la industria”, y que los estándares deben ser realistas y permitir cierto grado de flexibilidad.
Aker BP alegó una “capacidad limitada de influencia” dentro del panel asesor, mientras que Enbridge indicó a la agencia de noticias Reuters que su decisión se debió a que sus comentarios no fueron tenidos en cuenta en el borrador, aunque sigue participando en otras discusiones sobre marcos “prácticos y pragmáticos”.
La noticia representa un revés para los esfuerzos globales de descarbonización del sector energético. La falta de un estándar común podría dificultar la rendición de cuentas y abrir la puerta a compromisos menos ambiciosos bajo el argumento de la “realidad económica”.
Desde su creación, la SBTi se convirtió en un referente en la definición de estándares basados en la ciencia climática. La pausa en el desarrollo del estándar para petróleo y gas deja ahora un vacío regulatorio clave en uno de los sectores más emisores del planeta.