Ricardone bajo la lupa: cómo es el relleno sanitario que recibe 270 mil toneladas de basura

Por primera vez, una comitiva oficial integrada por funcionarios municipales y representantes de organizaciones ambientales visitó el relleno sanitario de Ricardone, destino final de las 270 mil toneladas de residuos que Rosario envía cada año. De ese volumen, cerca de la mitad corresponde a residuos orgánicos que podrían ser compostados, una medida que no solo tendría beneficios ambientales, sino que también permitiría reducir parte del gasto anual de 14.598 millones de pesos que la ciudad destina al enterramiento de basura.

Ricardone recibe 270 mil toneladas de basura

La recorrida se dio en el marco de una demanda formalizada a través del decreto 66.693/2024. Si bien la normativa establece que el Ejecutivo local debe convocar a las organizaciones a participar de cuatro inspecciones anuales, la realizada el miércoles pasado fue la primera -y hasta ahora la única- en lo que va de 2025.

El Taller Ecologista, integrante del Comité Asesor frente al Cambio Climático de Rosario, participó de la visita al predio operado por la empresa Resicom y compartió con Rosario3 un balance preliminar. Desde la organización señalaron que el relleno se encuentra en proceso de ampliación y que, de mantenerse el ritmo actual de enterramiento, prácticamente duplicará su superficie destinada a la disposición final de residuos. “La empresa estima que, con esta dinámica, el relleno tiene capacidad para operar durante al menos 20 años más”, indicaron.

Una inspección oficial demostró el estado actual del relleno sanitario Ricardone

De acuerdo con estimaciones del Taller Ecologista, Resicom administra unas 70 hectáreas, que incluyen las áreas actualmente ocupadas por residuos, las instalaciones complementarias y las zonas previstas para futuras expansiones. El último dato oficial difundido por la Municipalidad confirma que Rosario envía a Ricardone unas 270 mil toneladas de residuos por año. El presupuesto 2025 prevé para ese contrato un desembolso de 14.598 millones de pesos, un costo significativo que podría reducirse mediante políticas públicas orientadas a la separación, el compostaje y el reciclaje.

Actualmente, alrededor del 50% de los residuos enviados es materia orgánica con potencial de compostaje, mientras que cerca del 30 % podría reciclarse. Durante la visita, se abordaron diversos aspectos vinculados al funcionamiento del relleno: desde su historia y las dificultades para localizar sitios de disposición final, hasta la recepción de residuos de otras localidades del área metropolitana, el manejo de lixiviados, episodios problemáticos registrados en el pasado, características del diseño del predio y condicionantes climáticos.

Este espacio corre alto riesgo de una contaminación irreversible

Riesgos de contaminación del suelo y el agua

Desde hace varios años, el Taller Ecologista realiza un seguimiento independiente de la operatoria del relleno, con análisis periódicos de líquidos detectados en canales pluviales ubicados en las inmediaciones del predio. Esos estudios revelaron que uno de los desagües externos presentaba parámetros compatibles con efluentes de un relleno sanitario, lo que implica riesgos de contaminación del suelo y de las fuentes de agua, además de evidenciar deficiencias en el manejo de los lixiviados.

En agosto de 2023, Rosario3 difundió los resultados de esos análisis, que detectaron la presencia de “tóxicos sin tratar” en los canales linderos. En febrero de 2025, equipos de la organización ambiental regresaron al lugar para realizar nuevos estudios, cuyos resultados encendieron nuevas alertas. “Se detectó una carga orgánica muy alta, superior a las mediciones anteriores, junto con niveles elevados de cromo y níquel”, advirtió en ese momento Mirko Moskat, referente del área Basura Cero del Taller Ecologista.

Durante la visita oficial -realizada con aviso previo- los canales cercanos se encontraban secos, posiblemente por las condiciones climáticas. No obstante, desde la organización remarcaron la necesidad de mantener un seguimiento constante de la situación.

A fines de 2024, el Taller Ecologista presentó una serie de propuestas ante el Concejo Municipal en el marco del debate por el nuevo pliego de disposición final de residuos, con el objetivo de fortalecer los controles ambientales del relleno. Parte de esas iniciativas derivaron en la aprobación del decreto 66.693/2024, que establece la realización de cuatro inspecciones anuales, entre otras medidas.

Sin embargo, no fueron incorporadas las propuestas orientadas a fijar compromisos concretos para reducir el volumen de residuos enterrados en Ricardone. Para el Taller Ecologista, “resulta preocupante que el Ejecutivo no cuente con un programa claro y sostenido para disminuir el envío de basura al relleno”, una omisión que, advierten, perpetúa un modelo ambiental y económicamente costoso para la ciudad.

I M: Notas sobre negocios y sustentabilidad.