Antonio José Mauad presentó su renuncia como director del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), tras casi ocho meses en el cargo. La decisión, confirmada por fuentes del Ministerio de Defensa, del que depende el organismo, se da en el marco del plan de reestructuración estatal y recortes presupuestarios en ciencia y tecnología.
Según trascendió, el alejamiento respondió a un “desgaste acumulado” durante la gestión y a la intención de preservar su integridad personal, en un contexto de fuerte tensión gremial e incertidumbre por el futuro del SMN.
Mauad, un militar retirado con trayectoria en la Administración Nacional de Aviación Civil y sin formación en meteorología, fue designado en diciembre en medio de críticas del ámbito académico, que cuestionó su idoneidad para el cargo. La polémica llegó incluso a motivar una carta pública del decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, Julián Fernández Bonder, quien advirtió que su nombramiento incumplía la normativa vigente que exige formación específica en meteorología o ciencias de la atmósfera.
Qué dijo el exdirector del Servicio Meteorológico Nacional
El ahora exdirector comunicó su renuncia primero a delegados gremiales de ATE y luego al resto del personal mediante un correo electrónico. «Me sentí profundamente orgulloso de ser el directo de esta gran institución y, sobre todo, de haber compartido este tiempo con personas tan talentosas y comprometidas», aseguró Mauad.
Sin embargo, su salida deja al organismo sin reemplazo designado, lo que acrecienta la incertidumbre entre los trabajadores. Fuentes gremiales señalan que el SMN atraviesa un escenario crítico debido a los planes de reorganización y ajuste impulsados por el Gobierno, que incluyen recortes de personal y presupuesto. En este contexto, los sindicatos advierten que las restricciones podrían afectar la operatividad del servicio y, en consecuencia, la capacidad del país para emitir alertas y pronósticos esenciales para la población y sectores productivos.
Mauad había llegado con la misión de aplicar el denominado “plan motosierra” dentro del organismo. Su renuncia, interpretada como un síntoma de las dificultades para implementar esos cambios en medio del malestar interno, abre un nuevo capítulo en la crisis del SMN, cuya conducción queda ahora en manos de una dirección interina a la espera de definiciones oficiales.