Argentina continúa consolidando su posicionamiento en el ámbito de las energías renovables y, en esta oportunidad, es Córdoba la que obtiene reconocimiento internacional gracias a la planta de Bajo Grande.
El proyecto, denominado “Generación de Bioenergías a partir de Residuos Cloacales en la Ciudad de Córdoba”, es una iniciativa articulada entre el Gobierno provincial, la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC) y la Municipalidad de Córdoba, con el acompañamiento de empresas privadas y organismos públicos.
La propuesta fue distinguida con el Premio SACHA, uno de los galardones internacionales más relevantes de América latina en materia de sostenibilidad e innovación. El jurado destacó la capacidad del proyecto para aprovechar recursos locales, incorporar soluciones tecnológicas eficientes y contribuir tanto a la transición energética como al desarrollo de la economía circular, además de fortalecer un servicio público estratégico.
Una planta que transforma residuos en energía
La planta de Bajo Grande opera mediante un sistema de digestión anaeróbica que permite convertir los lodos cloacales en biogás. Este recurso se utiliza luego como combustible en un motor–generador con una potencia cercana a los 0,8 megavatios, complementado por un sistema de cogeneración térmica que mejora la eficiencia global del proceso.
La tecnología instalada permite valorizar más de 4.800 metros cúbicos diarios de biogás, con concentraciones de hasta un 70 % de metano. De esta manera, se reducen compuestos que podrían afectar el sistema de saneamiento y se genera energía suficiente para abastecer a una porción significativa de la demanda local. Al mismo tiempo, la captura y reutilización del biogás contribuyen a disminuir las emisiones de metano y dióxido de carbono, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles y reforzando los compromisos ambientales.
El Premio SACHA, entregado este año en el marco de la COP30, reconoce proyectos con impacto concreto en la mitigación del cambio climático, la resiliencia urbana y la sostenibilidad territorial. La distinción posiciona a Córdoba entre las experiencias más destacadas de la región y abre la posibilidad de replicar este tipo de soluciones de bioenergía y economía circular en otras ciudades.
Con este desarrollo, la provincia reafirma su apuesta por las tecnologías limpias y la incorporación de prácticas sustentables en la gestión de servicios públicos. Iniciativas como esta marcan un punto de inflexión en la generación de energías renovables a partir de recursos que hasta hace poco permanecían subutilizados.