La arquitectura y el Real Estate atraviesan una transformación silenciosa. Ya no alcanza con que un edificio sea eficiente en consumo energético o atractivo en diseño: los ocupantes buscan entornos que protejan su salud y fomenten su bienestar integral. En este contexto, la certificación WELL se consolida como una de las referentes a nivel global.
A diferencia de otros estándares, WELL pone a las personas en el centro del diseño. Cada decisión, desde la ventilación hasta la calidad acústica de una sala, impacta directamente en la experiencia de quienes habitan o trabajan en el edificio.
“Los beneficios son múltiples. Los edificios WELL muestran mejoras comprobadas en la salud mental, cognitiva y emocional de los ocupantes: menos estrés, menos síntomas físicos vinculados a la mala ventilación o iluminación, y mayor satisfacción general. Estos factores se traducen en menor rotación, mejor retención de inquilinos y empleados, y un vínculo más fuerte entre las personas y los espacios que habitan”, explica Micaela Smulevich, directora y co-fundadora de Green Group Sustainability, consultora especializada en sustentabilidad.
Por su parte, Sohrab Yazdani, director y fundador de la misma firma, sostiene que “en arquitectura, la certificación WELL abre un nuevo paradigma: diseñar no solo para la eficiencia del edificio, sino para la salud de quienes lo habitan. Es un salto de calidad que cambia la forma en que concebimos los espacios”.
Un estándar que gana terreno en Argentina
En el país, varios desarrolladores ya analizan incorporar WELL en sus proyectos, impulsados por la creciente demanda pospandemia de oficinas, viviendas y espacios mixtos más saludables y humanos.
Uno de los casos más destacados es Grupo Edisur, que obtuvo la certificación WELL Platinum para su edificio corporativo en Manantiales I, Córdoba, desarrollado junto a Green Group Sustainability tras más de un año y medio de trabajo. El proyecto se posiciona entre los más avanzados de América Latina y se suma a una lista selecta que incluye a Citibank y Grupo Mday en Salta.
El caso Edisur: bienestar que se construye
El edificio corporativo de Grupo Edisur redefine la forma de habitar los espacios laborales. Cuenta con 14 salas de reunión, terrazas verdes, mobiliario ergonómico e iluminación natural en el 90% de sus áreas, además de políticas de alimentación saludable y programas de salud mental.
También incorpora criterios de eficiencia ambiental: recupera 500 litros diarios de aguas grises para riego, posee doble vidriado hermético, sistemas de climatización sectorizados y programas de reciclaje.
Algunas cifras dan cuenta de su impacto:
- 85 % de satisfacción térmica, gracias a sistemas de climatización sectorizados.
- 500 kg de residuos reciclados en el último año, equivalentes a más de 10.000 botellas plásticas.
- 2 terrazas verdes, más de 2.400 m² de césped exterior y 300 plantas interiores que integran naturaleza y arquitectura.
- Capacitaciones y programas de salud mental y seguridad vial, en alianza con el Hospital Privado de Córdoba.
La arquitectura como experiencia humana
“La innovación en real estate hoy pasa por la experiencia humana. WELL ofrece un lenguaje común que integra diseño, ciencia y negocio, y permite a arquitectos y desarrolladores diferenciarse en un mercado cada vez más competitivo”, afirma Smulevich.
De esta manera, la certificación WELL se consolida como el estándar que guía a la arquitectura hacia un futuro donde los edificios no solo sean sustentables, sino también lugares que cuidan, inspiran y potencian a las personas.