La Real Policía de Tailandia presentó al “Cíborg Policial con IA 1.0”, un robot dotado de inteligencia artificial diseñado para fortalecer la seguridad pública mediante vigilancia activa y análisis de video en tiempo real.
Este sistema, según las autoridades, puede acceder a cámaras de seguridad en las inmediaciones, operar drones, utilizar sus propias cámaras con visión de 360 grados, realizar reconocimiento facial, analizar comportamientos, identificar armas y generar alertas automáticas sobre personas incluidas en listas negras. También es capaz de distinguir entre objetos como pistolas de agua y armas reales, además de detectar actitudes violentas.
El robot está conectado al centro provincial de Comando y Control, lo que le permite coordinarse en tiempo real con las fuerzas de seguridad locales. Su propósito principal es asistir en situaciones con grandes concentraciones de personas, donde el personal humano podría no ser suficiente. Un portavoz policial declaró al medio ABP Live que este robot actúa como un «multiplicador de fuerza», ya que puede ofrecer vigilancia continua sin necesidad de descanso.
El desarrollo del Cíborg Policial con IA 1.0 fue llevado a cabo por el Comando Provincial de Policía 7, la Policía Provincial de Nakhon Pathom y el Municipio de Nakhon Pathom. El robot incorpora tecnologías como integración con sistemas de videovigilancia (CCTV), drones, cámaras propias con inteligencia artificial, reconocimiento facial avanzado y sistemas de detección de amenazas.
Su nombre oficial es “Coronel de Policía Nakhonpathom Plod Phai”, que significa “Nakhon Pathom está seguro”, en referencia a la ciudad de más de 200.000 habitantes donde será desplegado.
Las imágenes compartidas por la Policía Real Tailandesa muestran al robot montado sobre una plataforma metálica con ruedas, lo que generó interrogantes sobre su capacidad de moverse de forma autónoma.
De acuerdo con un análisis del medio especializado en ciencia y tecnología Futurism, todavía no hay pruebas claras de que el robot sea capaz de desplazarse de forma autónoma, una limitación técnica que podría comprometer su efectividad en contextos que requieren movilidad constante.
Si bien el Cíborg Policial con IA 1.0 destaca por sus funciones de monitoreo remoto, reconocimiento facial y procesamiento de datos en tiempo real, su implementación a gran escala enfrenta varios desafíos. Entre ellos se encuentran su autonomía de movimiento restringida, el riesgo de errores en la identificación de personas y la preocupación social por una vigilancia constante.
Este robot se introduce en un contexto donde el uso de tecnologías avanzadas para reforzar la seguridad despierta un creciente interés, pero también donde persisten dudas sobre cómo garantizar un empleo que respete los derechos fundamentales y mantenga el control adecuado sobre estos sistemas.