Por qué las lapiceras tienen dos agujeros: uno en el capuchón y otro en su lateral

Las lapiceras son parte de nuestra vida cotidiana. Más allá de permitirnos escribir lo que imaginemos, su diseño esconde detalles pensados para mejorar su funcionalidad y seguridad. El formato hexagonal, con seis caras planas, facilita el agarre y evita que rueden sobre superficies lisas. Pero hay un pequeño orificio en uno de sus laterales que suele pasar desapercibido y tiene una función clave.

Las biromes tienen dos agujeros para mayor seguridad

Si tenés una lapicera a mano, mirala bien. Se nota un diminuto agujero ubicado en el cuerpo, entre ambos extremos. Aunque muchos lo ignoran, ese orificio no está ahí por casualidad.

Por qué las lapiceras tienen dos agujeros

Su propósito es fundamental: igualar la presión entre el interior del bolígrafo y el exterior. Sin esa pequeña abertura, los cambios de presión -como los que se producen en un avión o en zonas de altura- podrían provocar que el bolígrafo explote, derrame tinta y quede inutilizable.

Pero su utilidad no termina ahí. Este mecanismo también evita que, ante cualquier variación en la presión atmosférica, la tinta se escape de manera descontrolada. Así, se garantiza un flujo constante y uniforme mientras escribimos.

Algo similar ocurre con los capuchones de las lapiceras, que también incluyen un pequeño orificio, pero en este caso, con un fin principalmente de seguridad.

Por qué las lapiceras tienen un agujero en el capuchón

Inicialmente, los capuchones se diseñaron para proteger la punta y señalar el color de la tinta. Sin embargo, los fabricantes incorporaron un agujero en la parte superior siguiendo una norma internacional (ISO 11540) destinada a reducir el riesgo de asfixia. Si alguien, especialmente un niño, se traga accidentalmente el capuchón, ese orificio permite que el aire circule y evita un bloqueo total de las vías respiratorias.

Las lapiceras son un gran invento para el día a día de las personas

Además, esa ventilación extra ayuda a conservar la tinta en buen estado, permitiendo que el bolígrafo funcione correctamente cada vez que lo usamos.

Como ves, detrás de esos pequeños agujeros hay soluciones simples pero inteligentes que mejoran la seguridad y el rendimiento de algo tan cotidiano como una lapicera.

I M: Notas sobre negocios y sustentabilidad.