El mundo de las motos eléctricas viene desarrollándose en Argentina desde hace más de diez años y ya dejó de ser una promesa para convertirse en una realidad palpable en las calles de Buenos Aires, Córdoba, Rosario y Santa Fe especialmente.
Hoy se estima que circulan más de 20.000 unidades y que, de ese total, la mayor cuota de mercado se la lleva una sola marca: Sunra.
Eduardo Dandres, gerente de Sunra Argentina, explica que la compañía logró consolidarse gracias a una amplia red comercial y una oferta de más de 25 modelos que cubren distintos segmentos.
“El 70% de las motos eléctricas que hoy circulan en Argentina son de nuestra marca. Lideramos en patentamientos desde hace tres años porque ofrecemos variedad, precios competitivos y un producto confiable”, señala.
Marcas y modelos más elegidos por los argentinos
Entre los modelos más elegidos por los usuarios aparece Amalfi, con un motor de 1500W, una velocidad máxima de 50 km/h y hasta 80 kilómetros de autonomía.
El modelo Hawk combina un motor de 1800W con batería de litio extraíble y accesorios como tablero digital y sistema de audio bluetooth, y Tango K3 alcanza los 45 km/h y ofrece hasta 60 kilómetros de recorrido con una sola carga.
Los precios de estos y otros modelos de la marca varían entre los 3 y los 8 millones de pesos.
Pero Sunra no es la única en el juego. El Grupo Simpa representa en el país a Super Soco, que se orienta a la movilidad urbana sustentable con propuestas como la CPX —que puede recorrer más de 80 km con una carga, extensibles a 140 km con una batería adicional— y la TC Max, capaz de superar los 95 km/h con un motor de 3900W y más de 110 km de autonomía. Sus precios van de los 3,5 a los 8 millones de pesos.
En el plano local, la marca nacional Elpra, con trayectoria en el rubro de baterías, decidió apostar a la importación y comercialización de motos eléctricas.
Su modelo Indie es el más vendido: simple, liviano y práctico para quienes buscan su primera experiencia eléctrica. Se carga en cualquier enchufe, alcanza los 45 km/h, tiene puerto USB, alarma y control remoto, y se ofrece por 2.442 dólares.
A ese se suma Folk, un scooter con motor Bosch de 2000W y autonomía de hasta 70 km en su versión con batería de litio, disponible por unos 2.400 dólares.
Otra de las marcas que pisa fuerte es NIU, reconocida internacionalmente y representada en Argentina bajo el nombre Nuuv. Su catálogo incluye modelos como el UQiGT, con 60 km de autonomía y un precio de 4.690 dólares.
Además está disponible la XQi3, una moto de cross eléctrica con 75 km/h de velocidad máxima y hasta 90 km de autonomía, valuada en 10.200 dólares. RQi Sport es un vehículo de alta gama que alcanza los 110 km/h y supera los 100 km de autonomía, con un precio cercano a los 14.450 dólares.
El perfil del usuario de motos eléctricas
Lo interesante es cómo evolucionó el perfil de los usuarios en los últimos años. Al principio, se trataba de un público de clase media alta, interesado en innovar y con capacidad de inversión. Hoy esa frontera se desdibujó y cada vez más jóvenes recurren a las motos eléctricas para insertarse en el segmento del delivery, la cadetería o el transporte por aplicación.
También hay trabajadores que necesitan mover pequeñas cargas —algunos modelos soportan hasta 500 kilos— y estudiantes universitarios que buscan una alternativa económica para moverse por la ciudad. En paralelo, crece la demanda de motos de alta gama que pueden superar los 100 km/h.
Ventajas de las motos eléctricas frente a las de combustión
Las ventajas frente a las motos a combustión son múltiples. “En cuanto a costos de mantenimiento y consumo, la relación es 10 a 1 a favor de la moto eléctrica”, asegura Dandres.
Cargar una moto con 50 km de autonomía equivale a un consumo de apenas un kilovatio de energía, lo que representa un gasto mínimo frente al combustible. Según el directivo, “una moto eléctrica en cuatro años se pagó sola”.
El factor seguridad también juega un papel clave. “Una moto a combustión pesa más de 300 kilos, mientras que una eléctrica promedia los 80 kilos. Eso significa mejor maniobrabilidad y menor tiempo de reacción al frenar”, explica.
A esto se suma el confort de una conducción libre de emisiones y sin ruidos, un aspecto muy valorado por los clientes. En lo que respecta al financiamiento, Dandres señala que existen opciones similares a las de los autos eléctricos, pero con montos más bajos que habilitan el pago en cuotas con tarjetas de crédito.“Hoy es posible acceder a planes de 12 o 18 cuotas con tasas cercanas al 30% anual, algo que facilita la decisión de compra”, agrega.
El futuro de las motos eléctricas en Argentina
El esquema impositivo también empieza a mostrar señales de apoyo. Los aranceles de importación para motos eléctricas bajaron del 35% al 20% este año, y podrían reducirse a 0% si se logra nacionalizar el producto.
“En el vehículo eléctrico sería muy sencillo lograrlo si tuviésemos un fabricante de baterías en el país, ya que ese componente representa el 50% de su valor”, apunta Dandres.
El futuro, asegura, es prometedor: “Hoy los vehículos eléctricos no alcanzan ni el 2% de sus posibilidades de crecimiento. Las expectativas son infinitas en el corto plazo”.