Lujo sin culpa: la nueva era del turismo que cuida al planeta

¿Qué sucede cuando regresamos de unas vacaciones soñadas, tras días de sol, mar, cócteles y noches memorables? A veces se vuelve con una sensación agridulce: la sospecha de que el descanso dejó una huella no deseada en ese paraíso que visitamos. Hoy, la tendencia global en turismo apunta a equilibrar el lujo con la sostenibilidad, integrando ambos conceptos en una arquitectura respetuosa con el entorno.

El perfil del viajero cambió. El turista de lujo actual ya no solo busca confort y excelencia en el servicio: también valora profundamente el impacto de su presencia en el ambiente. Por eso, los destinos más elegidos son aquellos que cumplen con dos pilares fundamentales. El primero es la sostenibilidad: disfrutar de un lugar no debería implicar comprometer su ecosistema. El segundo es el apoyo real a las comunidades locales, fomentando su desarrollo y participación activa en la experiencia turística. El objetivo es claro: vivir una experiencia integral, auténtica y consciente.

Un hotel de Cancún lidera la iniciativa de turismo sustentable

En este camino, el turismo evolucionó. En sus comienzos, la sustentabilidad se enfocaba en minimizar el impacto negativo de las actividades turísticas. Hoy, el concepto va más allá: se habla de turismo regenerativo, una visión que no solo protege, sino que busca restaurar y revitalizar los ecosistemas y las comunidades que reciben a los viajeros.

De acuerdo con el informe NowNext ’24 de Omio, en 2025 más del 58% de los turistas elegirá destinos que promuevan prácticas sostenibles, y el 44% dará prioridad a aquellos que trabajen activamente con empresas y comunidades locales. Un nuevo paradigma se impone: viajar no solo para descansar, sino también para dejar una huella positiva.

Según una encuesta reciente realizada por Virtuoso, el 74% de los viajeros afirmó estar dispuesto a pagar más por experiencias turísticas responsables, siempre que esté claro cómo se utilizarán esos fondos. Además, las relaciones con agentes de viajes de lujo juegan un papel clave: muchos participantes señalaron que las recomendaciones de asesores de confianza los motivarían a elegir opciones más sostenibles.

Este cambio en la mentalidad del viajero va de la mano con las prácticas de la arquitectura sustentable. ¿De qué se trata? Es un enfoque de diseño y construcción que prioriza la eficiencia, el respeto por el entorno natural y la durabilidad a largo plazo. Su objetivo principal es reducir el impacto humano en el ecosistema que lo rodea, integrando la edificación con el paisaje de manera armónica. Pero no solo se trata de minimizar daños: el verdadero desafío está en crear estructuras sostenibles que perduren en el tiempo sin agotar los recursos ni comprometer el equilibrio ambiental.

Los viajeros priorizan fuertemente un turismo amigable con el entorno

Cómo se aplican estas tendencias en el mercado actual

En alianza con Solar Ing Costa Rica y Tesla, AVA Resort Cancún lidera en sostenibilidad al operar la microred solar más grande de América del Norte. Gracias a la instalación de 3,566 paneles solares, el resort genera el 40% de su demanda energética. Esta energía es almacenada y gestionada por baterías de iones de litio de Tesla, lo que permite reducir más de 8,300 toneladas de CO₂ al año.

La iluminación exterior del complejo también apuesta por lo sustentable: toda la instalación en jardines, caminos y accesos funciona con energía solar. A esto se suman luces LED de bajo consumo y un sistema inteligente de gestión energética (Inncom) que regula la electricidad en cada habitación según su ocupación, combinando confort con eficiencia.

A nivel estructural, el resort utiliza un avanzado Sistema de Gestión de Edificios (BMS) que optimiza el consumo energético general, y materiales que mejoran el rendimiento térmico, como las paredes Novidesa y aislantes naturales. Además, se han incorporado elementos ecoamigables como alfombras fabricadas con redes de pesca recicladas y revestimientos de chukum, que no solo aportan estilo, sino también confort térmico.

La calidad del aire interior está garantizada por sistemas DOAS, que aseguran ventilación constante. En cuanto al agua, el complejo logró reducir el consumo en un 15% mediante dispositivos de ahorro y un sistema de reutilización de aguas grises. Su planta de tratamiento permite reciclar el 95% del agua residual, que luego se utiliza para riego.

Una de las joyas del resort es Ava Bay, una bahía artificial de agua salada natural que abarca 11,331 metros cuadrados. Diseñada con tecnología de Crystal Lagoons, consume 50 veces menos energía y 100 veces menos químicos que una piscina tradicional de igual tamaño.

En refrigeración, se utilizan enfriadores de alta eficiencia con refrigerante R-514, logrando un ahorro energético del 20% y avanzando hacia los objetivos de carbono neutral fijados en la COP28. Además, las bombas de calor ecológicas permiten generar agua caliente a partir del calor residual, reduciendo significativamente el uso de gas LP.

AVA Resort Cancún fusiona naturaleza y confort de manera armónica, ofreciendo una experiencia de lujo consciente en un entorno diseñado para disfrutar sin comprometer el planeta.

I M: Notas sobre negocios y sustentabilidad.