La Cumbre sobre el Futuro de la Seguridad Energética, celebrada en Lancaster House, Londres, concluyó con un claro compromiso internacional hacia las energías renovables, como parte fundamental para asegurar la estabilidad y sostenibilidad de los sistemas energéticos globales.
Este evento de alto nivel, organizado conjuntamente por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y el Gobierno del Reino Unido, reunió a más de 60 gobiernos y 50 importantes empresas energéticas, así como instituciones internacionales y organizaciones de la sociedad civil, con el objetivo de abordar los retos globales en materia de seguridad energética.
Durante dos días de intensos debates, los líderes mundiales discutieron estrategias para fortalecer la seguridad energética a través de un enfoque integral que pone a las energías renovables como pieza clave en el futuro energético mundial, explicaron desde AIE en un comunicado.
Inversiones y compromisos hacia las energías limpias
La Cumbre dejó en claro que las energías renovables «son una prioridad global para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y mejorar la resiliencia frente a crisis geopolíticas y ambientales». En su discurso inaugural, el Primer Ministro del Reino Unido, Keir Starmer, destacó los esfuerzos del Reino Unido por reforzar su infraestructura de energías limpias, con una inversión de 300 millones de libras en la cadena de suministro de energía eólica marina a través de su iniciativa Great British Energy.
Por su parte, Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE, subrayó la necesidad de cooperación internacional para lograr un suministro energético seguro y sostenible. «Este es el momento de apostar por la transición energética global. Las energías limpias como la solar, eólica, nuclear y el almacenamiento en baterías son cruciales para garantizar un futuro libre de la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles», declaró Birol.
Un enfoque integral de la seguridad energética
Durante la cumbre, se destacó la importancia de un enfoque holístico para la seguridad energética. A medida que los sistemas energéticos globales se electrifican y se descentralizan, se enfatizó la necesidad de fortalecer la infraestructura de las energías renovables, así como la integración de tecnologías limpias, como las energías solares y eólicas, en las redes de distribución.
Los líderes también discutieron la necesidad de fortalecer la ciberseguridad en el sector energético, así como la resiliencia de las cadenas de suministro de minerales críticos esenciales para las tecnologías limpias. En este sentido, la cumbre resaltó cómo las energías renovables no solo son una respuesta a los desafíos medioambientales, sino también un motor clave para reducir los riesgos geopolíticos vinculados al suministro de combustibles fósiles.
Energía limpia y accesibilidad global
Además de abordar la transición hacia energías limpias, los delegados hicieron hincapié en la importancia de garantizar la accesibilidad de la energía en todo el mundo. Con casi 700 millones de personas sin acceso a electricidad y más de 2 mil millones de personas sin acceso a cocinas limpias, se reconoció que las energías renovables no solo deben ser una solución para las economías avanzadas, sino también para combatir la pobreza energética en países en desarrollo.
Los líderes subrayaron que la transición hacia las energías limpias «debe ser justa y equitativa», con énfasis en la capacitación de la fuerza laboral y el apoyo a las comunidades que corren el riesgo de quedar rezagadas en la transición hacia nuevas tecnologías.
El futuro de la seguridad energética
La Cumbre concluyó con una clara comprensión compartida de que las energías renovables son esenciales para asegurar un futuro energético estable y sostenible. En un mundo donde los desafíos geopolíticos y la incertidumbre climática son cada vez mayores, las energías limpias ofrecen una vía para una mayor independencia energética y un futuro más resiliente.
El Reino Unido, junto con la AIE, se comprometió a «continuar liderando los esfuerzos internacionales para impulsar el desarrollo de tecnologías limpias y garantizar un suministro de energía seguro, asequible y sostenible para todos».