La sustenibilidad dejó de ser una obligación reputacional o un gesto ético para transformarse en una estrategia directa de rentabilidad y competitividad. Así lo revela un nuevo estudio internacional que muestra cómo los líderes empresariales pasaron del discurso a la acción, alineando las inversiones verdes con el valor financiero del negocio.
A pesar del avance del “greenwashing” y de las inversiones que requieren las transformaciones ambientales, la tendencia es firme: la sostenibilidad se afianza como un factor decisivo para el crecimiento. Así lo confirma el informe “The Visionary CEO’s Guide to Sustainability 2025” de Bain & Company, que analizó más de 35.000 declaraciones de CEOs de 150 empresas globales entre 2018 y 2024, mediante su herramienta Sustainability Pulse, basada en inteligencia artificial.
El dato más llamativo es que, aunque los ejecutivos hablan menos del tema en público, están haciendo más puertas adentro: mejoras de eficiencia, optimización de recursos y planificación estratégica de mediano y largo plazo.
Una tendencia global que también crece en Argentina
En el plano local, la tendencia sigue la misma dirección. Según el “Informe ESG en las Organizaciones” de BDO Argentina, el 60% de las empresas del país ya implementa acciones concretas vinculadas a sostenibilidad.
“A lo largo de estos años, los líderes de las compañías argentinas comprendieron que la sostenibilidad no es una tendencia pasajera, sino un pilar estratégico para el desarrollo del negocio”, afirmó Alejandro Pérez de Rosso, socio de Bain & Company y responsable de la oficina en Argentina.
Según el especialista, las empresas avanzan especialmente en la optimización de agua y energía, y en la transición hacia fuentes renovables. El desafío pendiente: contar con mejores sistemas de medición que permitan evaluar de manera integral el retorno de estas inversiones.
Qué revela el informe global
El estudio sostiene que la sostenibilidad ya es un criterio decisivo tanto para los compradores como para los consumidores. La mitad de las empresas B2B del mundo prioriza proveedores con credenciales sostenibles, convirtiendo a este factor en el segundo criterio de compra más relevante, solo por detrás de la calidad del producto. Entre los consumidores, siete de cada diez aseguran que buscan adoptar hábitos responsables y elegir productos locales, ecológicos y con menor huella ambiental.
Otro de los hallazgos centrales es que una cuarta parte de las emisiones industriales globales podría reducirse de manera rentable mediante soluciones ya disponibles: eficiencia energética, diseño circular o relocalización de cadenas productivas. En Argentina, donde la transición energética y la movilidad sostenible aparecen cada vez más en la agenda pública, esta conclusión adquiere particular relevancia.
La investigación también resalta que la tecnología es un catalizador clave. Ocho de cada diez ejecutivos consultados considera que la inteligencia artificial puede ayudar a optimizar procesos, reducir desperdicios y mejorar la trazabilidad. Sin embargo, advierten que, mal gestionado, el avance de la IA puede incrementar el consumo energético y las emisiones asociadas a los centros de datos.