En medio de una crisis climática que golpea con especial fuerza a los territorios del Sur Global, 16 jóvenes líderes de América Latina, África y Asia se preparan para llegar a la COP30 con un mensaje común: la justicia climática solo será posible si quienes habitan y protegen los territorios tienen voz y voto real en las decisiones que definen el futuro del planeta.
Estos delegados integran la misión global de Life of Pachamama, una organización juvenil que impulsa el programa Camino hacia la Democratización del Sur. Durante seis meses, 10.748 participantes fortalecieron sus capacidades en liderazgo, diplomacia climática, comunicación estratégica y acción territorial. De ese proceso surgió un equipo de jóvenes elegidos por su compromiso comunitario y su capacidad de conectar las luchas locales con la agenda internacional.
Qué dice el documento que llevan los jóvenes a la COP30
Como resultado, elaboraron la Declaratoria del Sur Global, un documento que reúne las voces y propuestas de niños, niñas, adolescentes y jóvenes de territorios históricamente excluidos de los espacios de decisión ambiental.
“Durante años, el Sur ha sido visto solo como víctima del cambio climático. Hoy, esta delegación, conformada por jóvenes de América Latina, África y Asia, demuestra que somos territorio, propuesta y poder político”, afirmó Juan David Amaya, director ejecutivo de Life of Pachamama. Y agregó: “No queremos un asiento simbólico: exigimos que nuestras decisiones cuenten en la construcción de un nuevo pacto climático”.
La declaratoria, que podrá ser respaldada y firmada por cualquier ciudadano del mundo en www.lifeofpachamama.org/ exige la participación plena, equitativa y vinculante de las juventudes en la gobernanza socioambiental global, la protección de los defensores ambientales, la descentralización de los procesos de decisión y el acceso democrático a la información.
En la COP30, la delegación de Life of Pachamama participará en reuniones multilaterales, eventos paralelos y espacios de incidencia juvenil, llevando el mensaje de miles de jóvenes que, desde sus territorios, defienden la vida y promueven un modelo climático justo, inclusivo y sostenible.
Una voz argentina en el movimiento
Entre los representantes se encuentra Agustina Tarcaya, una joven tucumana de 30 años que integra la misión y cuya historia refleja el espíritu de esta iniciativa.
“Es una realidad, no sé si de todo el Sur Global, pero por lo menos de Latinoamérica, ya que las deudas han marcado nuestra historia y también ser acreedores ambientales, porque esa es una realidad, a la vez que quienes menos recursos tenemos para afrontar el cambio climático”, afirmó la joven a la agencia EFEVerde.
Licenciada en Comunicación, Tarcaya se dedica a la docencia y milita en la organización Sur Ambiental. En diálogo con la agencia, contó que su llegada al programa fue casi fortuita: “Eché la solicitud de la beca el último día y por casualidad, tras encontrarme con una publicación al respecto”.
Su activismo, sin embargo, lleva años de recorrido. “Empecé con lo típico acá en Argentina, de querer sumarse a Greenpeace y defender las ballenas”, recordó. “Y básicamente desde ahí que vengo militando en el ambientalismo”, agregó, mencionando también la inspiración que le generó el movimiento impulsado por Greta Thunberg, que la llevó a las calles como a millones de jóvenes en todo el mundo.
De cara a la COP30, Tarcaya centrará su trabajo “en todo lo que tenga que ver con este mecanismo de financiación, que es el canje de deuda por acción climática” y en visibilizar el poder de la sociedad civil argentina.
“Entonces, llevar quizás eso de que la sociedad civil, por más que el Gobierno no esté interesado, la sociedad civil sí lo está”, sostuvo, en referencia al contexto nacional bajo un dirigente “abiertamente negacionista” como Javier Milei.