Hallan el fósil de un animal carnívoro con su ÚLTIMA presa entre los dientes

En el campo de la paleontología, pocas noticias generan tanta emoción como el hallazgo de una nueva especie. Cada descubrimiento abre una ventana al pasado remoto y recuerda cuánto queda aún por conocer sobre las criaturas que habitaron la Tierra antes del final del Cretácico.

Hallan el fósil de un animal carnívoro con su ÚLTIMA presa entre los dientes

Ese fue el caso del Joaquinraptor casali, una nueva especie de dinosaurio carnívoro descubierta en el sur de Argentina, que promete aportar claves inéditas sobre los últimos depredadores que dominaron el planeta antes de su extinción hace 66 millones de años. Los restos fósiles fueron hallados el 26 de septiembre en la provincia de Chubut y pertenecen a un ejemplar que habría medido más de siete metros de largo, pesaba cerca de una tonelada y murió a los 19 años.

El Joaquinraptor forma parte del grupo de los megarraptóridos, dinosaurios carnívoros conocidos por sus enormes garras y su poderosa musculatura. Según explicó el investigador del CONICET Lucio Ibiricu, “este depredador era uno de los cazadores tope del ecosistema y uno de los miembros más jóvenes de su grupo, ya que vivió poco antes de la extinción masiva de los dinosaurios”.

Hallan el fósil de un animal carnívoro con su ÚLTIMA presa entre los dientes

Durante la excavación, los paleontólogos se toparon con un detalle sorprendente: entre las mandíbulas del Joaquinraptor se encontró el hueso del brazo de un cocodrilo del Cretácico. Podría tratarse de su última presa, atrapada momentos antes de morir hace unos 70 millones de años. “El único hueso recuperado que no pertenece al Joaquinraptor es un húmero de un crocodiliforme. Esto nos brinda indicios sobre sus hábitos alimenticios y los de los megarraptóridos en general”, explicó Ibiricu.

Este descubrimiento ofrece una visión única acerca de las vidas pasadas para los científicos

El contexto del hallazgo sugiere que el fósil fue sepultado en condiciones de calma. Los huesos del Joaquinraptor se encontraron parcialmente articulados y muy juntos, lo que indica que la corriente de agua que cubrió los restos no fue lo suficientemente fuerte como para dispersarlos. Este detalle refuerza la hipótesis de que el cocodrilo podría haber sido efectivamente su última presa.

Un fósil clave para entender a los megarraptóridos

Tras el descubrimiento inicial, el equipo completó la extracción del esqueleto, uno de los más completos entre los megarraptóridos encontrados hasta el momento. Esto permitirá estudiar en mayor detalle la anatomía, las relaciones evolutivas y la paleoecología de estos grandes depredadores.

“El hecho de haber encontrado un brazo articulado, como en este caso, es muy importante porque aporta información fundamental sobre la osteología del grupo y permite comparaciones con otros ejemplares”, destacó Ibiricu. El Joaquinraptor casali no solo amplía el conocimiento sobre los últimos dinosaurios carnívoros que habitaron Sudamérica, sino que también se convierte en una pieza clave para reconstruir la historia evolutiva de los megarraptóridos, un linaje que reinó hasta los últimos instantes del Mesozoico.

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