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El telar de la abundancia cripto, en tribunales: avanza el caso Arbistar, que estafó a argentinos por $150.000

Arbistar 2.0 es una empresa española liderada por Santiago Fuentes, que desde su página se promociona como desarrolladora y distribuidora de bots de arbitraje. Es decir, automatiza el proceso de comprar activos en mercados donde están baratos para venderlos en otras plazas donde cotizan más caros.

Su curioso modelo ha logrado que miles de personas de España y Latinoamérica se animaran a invertir en este modelo que –en apariencia– permitía ganar fortunas aún sin tener conocimientos sobre cómo funcionan los mercados, sin saber que se trataba de una estafa ponzi en versión cripto.

Según revela La Información, el juez José Luis Calama dividió en dos partes una de las causas que en estos momentos se investiga en la Audiencia Nacional. El titular del Juzgado Central de Instrucción número 4, abrió una instancia separada con todo lo relacionado con los presuntos delitos de blanqueo de capitales y falsedad documental y evitar retrasar un posible enjuiciamiento por la posible comisión de un delito de estafa agravada y organización criminal.

El juez Calama investiga un esquema ponzi por más de 41 millones de euros, aunque podría alcanzar los €100 millones. Si bien la norma establece que hechos similares deben ser juzgados en un mismo procedimiento, el letrado indicó que «hay casos en los que la regla del enjuiciamiento conjunto de los delitos conexos no es una regla imperativa y de orden público».

Esto permitiría avanzar más rápido con las investigaciones, ya que divide por un lado a los afectados por fraude y, por el otro, los delitos de lavado de capitales. Así, la decisión del juez agrupó en un solo expediente las denuncias de 5.900 personas.

El caso pasó por más de 30 audiencias provinciales y Calama la define como «la mayor trama piramidal cometida hasta el día de la fecha en relación con la inversión en criptomonedas«. Y también abarca a usuarios argentinos.

Miles de argentinos

«Ganar es la única opción», es la ambiciosa propuesta de la compañía, que promete «descubrir y alcanzar la libertad financiera». Y hasta cuenta con un plan de referidos, con recompensa para quien recomiende el servicio a otras personas, aclarando que no se trata de una estafa piramidal. Pero oscurece.

«Es un telar de la abundancia encubierto. Cada vez que intentamos juntarnos para hacer una denuncia nos cerraban los grupos de Facebook, de Telegram. Es dificíl saber cuántos implicados hay. Hasta recibimos amenazas«, advierte Julieta Vázquez a iProUP, otra argentina damnificada.

Las estafas piramidales, con casos resonantes a nivel global como el de Bernie Madoff e, incluso local, como el telar de la abundancia, prometen grandes ganancias y parten de la base de una inversión pequeña, accesible que (casi) por arte de magia parece multiplicarse a medida que se va ascendiendo en la escala.

Santiago Fuentes, CEO de Arbistar

Santiago Fuentes, CEO de Arbistar

Pero, en realidad, para subir en la pirámide hay que incluir a más personas en el presunto negocio: quienes entran primero van recibiendo parte de las ganancias obtenidas los fondos que aportan los miembros que recomendaron.

Cuando ya no entra más gente, la burbuja explota. Así se descubrirá que la rentabilidad que podía crecer como las habichuelas mágicas es solo eso: un cuento.

En la Argentina, cada vez hay más damnificados. Se estima que son cientos. Vázquez cuenta que la ganancia llegaba al 12% mensual. El importe mínimo para ingresar era $150.000, los intereses se acreditaban semanalmente y el capital total se devolvería a los 60 días. Pero no eran más que números en una pantalla.

«Estaba muy camuflado el esquema de pirámide Ponzi, pero te decían que si sumabas a 20 personas te ganabas un porcentaje«, cuenta Vázquez, que trabaja en una carpintería familiar en la provincia de Córdoba.

La daminificada ingresó en junio. El mes siguiente no registró inconvenientes. Pero en agosto ya no acumulaba intereses.

«En septiembre avisaron que habían registrado una perdida grande de bitcoins y que estaban complicados para pagar. Pero en octubre anunciaron que nos iban a descontar el 28% de lo que teníamos que cobrar y el resto se abonaría en seis cuotas. Hasta nos hicieron firmar un contrato digital. Siguieron pasando los meses sin novedades. Quisimos denunciarlos y recibimos amenazas«, relata.

«Es una estafa muy grande. Pensaba estar 60 días y salir, pero no pude», confiesa.

Salguero entró en agosto de 2018 e invirtió en el bot comunitario. «Trabajo en Banco Ciudad, algo de números sé. Ellos argumentan que el bot dio un 28% de más, pero es algo poco creíble. Congelaron todo», confía a iProUP.

Según la damnificada, la empresa ofreció dos soluciones para devolver los fondos:

  • Los aportes originales, sin las reinversiones, en seis pagos mensuales
  • Los aportes originales, con las reinversiones, en doce meses: 50% en Bitcoin y el otro 50% en contraprestaciones con productos a determinar

«Cuando todo el mundo aceptó la segunda opción, desde Arbistar anunciaron que había aparecido otro grupo de inversores y que se iba a poder negociar mejor. Yo lo único que quise fue ahorrar y todavía nos dicen que están elaborando un cronograma de pagos», admite Salguero.

La Policía Nacional y la Guardia Civil de España calculan que el fraude de Arbistar 2.0 superaría los u$s1.000 millones y más de 32.000 víctimas que no pueden retirar sus ahorros. Así, Fuentes se enfrenta a una demanda colectiva promovida por varios inversores. 

Si bien el ejecutivo prometió devolver los fondos en cuotas, a tres meses de la denuncia no hay novedades sobre el pago. Fuentes enfrenta cargos de «estafa, blanqueo de capitales y pertenencia a un grupo criminal«.

Además, goza de libertad provisional, aunque el caso se encuentra lejos de resolverse. Sumado al dato de que Fuentes reside y tiene su empresa en Tenerife, adscripta a la Zona Especial Canaria (ZEC), un territorio que –gracias a sus facilidades para crear sociedades– fue la sede de varias estafas piramidales en España en la primera década de 2000.

De quién fue la culpa

El argumento que esgrime la empresa es que sus bots no calcularon de manera correcta los intereses y, para evitar pagar más de la cuenta y quebrar la empresa, optaron por dejar de abonarlos hasta solucionar la falla. Sin embargo, mantienen las recompensas por recomendar el servicio a otros usuarios.

Luis Paolini, director de la carrera de Licenciatura en Administración y Sistemas del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), asegura a iProUP que si se trata de un algoritmo cualquiera podría auditar las ganancias o pérdidas que obtiene en tiempo real.

«Si fuera un bot, uno puede entrar y salir cuando quiere. Es transparente y muy simple de utilizar», señala el experto y agrega que el dinero se deposita «en un broker o un Exchange (casa de cambio), en el que están los fondos custodiados y de ahí el robot manda órdenes de comprar o vender«.

Los expertos coinciden en que fue un error humano

Los expertos coinciden en que fue un error humano

«Pero en ningún momento se deshabilita el retiro del dinero: es como tener una cuenta bancaria remunerada», completa.

Alan Verbner, cofundador de Atixlabs, advierte a iProUP que «los cálculos con algoritmos siempre son difíciles y un error mínimo puede costar muy caro«, indica el experto. Y luego remarca: «Si sos una empresa seria, te cuidás mucho, en especial, de perder plata».

«Podés tener problemas en el proceso de calidad. No haberlo testeado lo suficiente. Cómo estas cosas pasaron en la blockchain es complicado saber qué ocurrió realmente«, advierte.

Al posible error técnico, Paolini añade el problema legal: «Están operando en Canarias, una zona de baja o nula tributación«, que «seguramente tendrá reglas especiales: no se podrán iniciar acciones como individuos sino mediante una acción colectiva».

Por su parte, Diego Nunes, abogado y socio del estudio Nunes y Asociados, confirma a iProUP que el caso Arbistar es una estafa según el derecho argentino.

«Los damnificados pueden hacer la denuncia en la Argentina para que se bloqueen las operaciones de estas empresas, si es que la fiscalía lo considera», remarca el letrado.

Nunes asegura que «la denuncia llega a especialistas en delitos informáticos, y a veces, se toman medidas preventivas para que otras personas no caigan en lo mismo», pero advierte: «Para recuperar el dinero, van a tener que litigar en el exterior porque la compañía no está radicada en el país«.

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Fecha de publicación: 11/10, 6:53 pm