Durante el año pasado, IMPSA se enfrentó a serias dificultades para lograr financiamiento y a la imposibilidad de efectuar pagos al exterior por las medidas adoptadas por el Banco Central que generaron una caída abrupta de nuestra operación reduciendo finalmente el nivel de ventas en un 50%, medido en moneda dura.
La pérdida operativa de la empresa durante ese período ascendió a $24.339 millones mientras que los costos financieros ascendieron a $32.759 millones y contribuyeron a que el rojo total fuera de $75.469 millones y a que el patrimonio neto se convirtiera en negativo superando los $35.984 millones.
Con este escenario de fondo, el 11 de febrero pasado se firmó el llamado Convenio de Suscripción de Acciones para la transferencias del 88,96% del capital de la compañía fundada por la familia Pescarmona a Industrial Acquisitions Fund, LLC (IAF), sociedad constituida en el Estado norteamericano de Delaware y que pagó u$s27 millones por la operación.
A partir de ese momento, los nuevos dueños de IMPSA comenzaron a diseñar un plan de rescate para evitar, primero, la disolución la compañía que tiene sede en la localidad mendocina de Godoy Cruz y, segundo, volver a ponerla en marcha con planes para crecer en el país y en el exterior.
Radiografía del nuevo plan de IMPSA
De hecho, con el ingreso del nuevo accionista se le abrieron oportunidades en Estados Unidos y en el resto del mundo a partir de reactivar varios de sus segmentos de negocios, como el de la provisión de grúas portuarias, mercado en el que fue líder en su momento. Asimismo, se analiza el desembarco de la empresa en el sector de componentes y servicios para centrales nucleares a partir de la fuerte demanda que se evidencia en el resto del mundo.
El plano nuclear es otro sector que el fondo dueño de IMPSA se encuentra mirando, a partir de que la sociedad posee la certificación internacional ASME de fabricación de componentes grado nuclear, activo importante para la internacionalización de la compañía en ese negocio.
Del mismo modo, el plan de IAF es reactivar el negocio de turbinas para centrales hidroeléctricas, otro segmento considerado clave para expandirse al exterior teniendo en cuenta que el parque hidroeléctrico estadounidense se está envejeciendo, lo cual ofrece un atractivo mercado para crecer.
Para elaborar el nuevo plan de rescate de IMPSA, los ejecutivos de la compañía designados por el fondo inversor también tuvieron en cuenta el contexto actual de la demanda de energía en Argentina para los próximos años.
De hecho, en su último balance anual correspondiente al 2024 y que fue presentado a la Comisión Nacional de Valores (CNV) se anticipa “un marcado patrón de crecimiento de producción de energía renovable en detrimento de las otras fuentes de energía, estimando en 2025 un 35% del total de la matriz energética mundial respeto del registrado en 2023”.
En el caso de Argentina, se mantiene la tendencia de aumento de cobertura de demanda con generación de energía renovable como viene pasando ya en los últimos años que, se viene cubriendo en gran parte con energía solar y eólica, pero que también da lugar al incremento de la importancia de la participación de hidroeléctricas en el sistema interconectado para absorber los efectos de la intermitencia de las otras energías.
“El impacto de esta matriz de consumo de energía en Argentina impacta en el mercado de negocios de IMPSA, no solo por su participación en proyectos de energía hidroeléctrica, sino también por su inicio de actividades en el área de proyectos EPC de energía solar fotovoltaica de gran tamaños como los ejecutados durante el 2024”, detalla el informe.
Por eso en la empresa adelantan que, en el caso de las energías renovables, el mercado se muestra muy activo para este año, sobre todo a partir del alto incremento de los precios de combustibles fósiles y la quita de subsidios al consumo de energía.
Respecto al sector de Oil & Gas, el documento advierte sobre la continua exigencia por el cumplimiento de nuevas normativas de reducción de emisiones nocivas ya que “mantiene activo el mercado de compra de nuevos equipos de proceso de parte de las refinerías otorgando a la empresa una buena carga de trabajo en ese frente”.
A partir del crecimiento de la producción nacional de petróleo y de gas; de la mayor actividad en la cuenca Neuquina y, en particular, Vaca Muerta, así como la posibilidad de exportar de la mano de los proyectos de licuefacción la empresa espera generar un mercado de equipos de proceso de importante volumen en el país.
De la mano del RIGI
Por todo esto, el directorio de IMPSA considera que las chances de la sociedad en este mercado de Oil & Gas “son muy buenas, tal como lo demuestran las más de 800 toneladas de equipos fabricados en 2024”. Ese motivo lleva a la empresa a mantener durante este 2025 la búsqueda de nuevos contratos de equipos pesados y complejos, franja del mercado en donde su infraestructura y las complejidades logísticas de importación de grandes equipos le permite ser muy competitiva.
“Lo anterior, sumado a que el Gobierno impulsará las iniciativas privadas para obras de infraestructura a través del RIGI hace prever un año con expectativas de ejecución de proyectos superior a 2024 en el campo de las ERNC (eólico y fotovoltaico)”.
De igual modo, IMPSA apuesta a la renovación de los contratos de concesión de las principales centrales hidroeléctricas, además de apostar al sector nuclear, donde mantiene latente la confirmación de la construcción de la Cuarta Central Nuclear Atucha III.
Además, espera concretar los contratos que firmó a fines de 2023 y principios de 2024 con NúcleoEléctrica Argentina S.A. (NA-SA), para la provisión de equipos y prevé el inicio del Proyecto de Extensión de Vida de Atucha 1 para este año, que se encuentra demorado por razones presupuestarias y que requerirá de la fabricación de componentes Certificados ASME III, para los cuales IMPSA es uno de los pocos proveedores a nivel regional.
La estrategia comercial
En el plano comercial, los nuevos dueños de IMPSA también se encuentran encarando acciones que van de la mano de la rehabilitación productiva de la compañía.
Por caso, están llevando adelante acciones concretas en mercados internacionales para ofrecer su expertise en el diseño y fabricación de reactores nucleares modulares que se encuentran en auge por su gran capacidad de producción de energía y las altas demandas previstas por el incremento del uso de la IA aplicada a distintos procesos.
Del mismo modo, buscan ingresar al mercado de hidrógeno (H2) de bajas emisiones, tanto en Argentina como en la región, teniendo en cuenta que el insumo está tomando un marcado auge a partir de la fuerte alza del precio del gas natural.
“La velocidad de desarrollo de megaproyectos para la producción de H2 en el hemisferio sur se ha visto impulsada por inversores mundiales con vistas a un mercado europeo de alta demanda que se potencia en Argentina por la posibilidad que tienen estas grandes inversiones de aprovechar el RIGI presentado por el Gobierno”, destaca el informe de IMPSA.
En cuantos a los principales proyectos de interés para IMPSA se mencionan:
- Hidroeléctricos Yacyretá, donde continúa trabajando en la rehabilitación de turbinas y generadores y espera que este año se abran nuevas oportunidades de contratos para la rehabilitación de las unidades restantes de la central.
- Rehabilitación de cuatro unidades generadoras del tipo Turbina-Bomba de 187,5 MW cada una. El cliente es EPEC (Empresa Provincial de Energía de Córdoba) y la oferta formal presentada por IMPSA resultó ser la mejor. El cliente no ha resuelto la adjudicación debido a cambios en las condiciones de financiación originalmente previstas por el gobierno nacional pero se trabaja para proporcionar opciones para poder dar inicio.
- Proyectos en el exterior en el marco de una estrategia para retomar actividades en mercados internacionales a partir de la presentación de varias ofertas en Brasil, África, Chile, y Estados Unidos. A esto se suman procesos en los que se había conseguido pre-calificación en India, Indonesia y Pakistán. Además, ha logrado presentar ofertas importantes en las licitaciones de Madhyam y Gabral Calam en las cuales los consorcios integrados por IMPSA se encuentran en negociación con los clientes finales. En Asia, continúa participando en las oportunidades que se le presentan y mantiene el foco en el continente africano, por considerarlo el de mayor expectativa de expansión en nuevos proyectos.
- Nuclear Comisión Nacional de Energía Atómica – CNEA , en donde mantiene las tareas en el contrato para provisión de recipientes calificados bajo calidad nuclear. Se ha presentado además a CNEA cotización por la provisión de intercambiadores de calor para ser instalados en la Central donde operará CAREM 25, contrato en el que la empresa trabaja para la redefinición de términos económicos debido a los cambios macroeconómicos que han producido la pérdida de representatividad de la fórmula de reajuste del mismo.
- NA-SA: Nucleoeléctrica Argentina, donde actualmente trabaja en dos contratos firmados para completar el sistema de almacenamiento en seco de combustibles nucleares gastados firmados durante 2024 y con extensión contractual hasta 2026.
- Energy EPSE San Juan, donde el año pasado dio inicio al proyecto del Parque Solar Fotovoltaico Ullum de 50 MW y en el que prevé culminar este año así como la entrada en operación.
- Profertil, en donde IMPSA realizará la obra de ampliación de capacidad de la empresa, cuya inversión supera los u$s1.000 millones y en donde se encuentra en conversaciones con Techint, junto con Saypem de Italia (adjudicataria del EPC).
- Venezuela, en donde este año terminará el reemplazo de válvulas y se dará cierre al contrato con la empresa Tocoma y mantendrá reuniones con altos funcionarios del gobierno para el reinicio de los proyectos en este país.
- División Wind que suministra generadores y parques eólicos en condiciones EPC y continúa ejecutando el contrato de Operación y Mantenimiento del parque. Además, firmó un contrato para la rehabilitación de dos máquinas incluyendo la provisión de tres palas nuevas, todo el proceso de desmontaje y montaje de las unidades y la rehabilitación de varios componentes.