El cambio climático, impulsado por las emisiones globales, tuvo consecuencias mortales en Zúrich. Un estudio de la Universidad de Oxford reveló que, entre 1969 y 2018, cerca de 1.700 personas murieron por causas relacionadas con el calor directamente vinculadas al calentamiento global. Esta cifra representa casi un tercio del total de muertes por calor registradas en la región durante ese periodo.
La investigación, desarrollada por la Smith School of Enterprise and the Environment, estableció un vínculo directo entre las emisiones globales y el impacto local en la salud pública, subrayando tanto la responsabilidad de las grandes empresas contaminantes como la urgencia de reducir las emisiones. El análisis, dirigido por Rupert Stuart-Smith, mostró que estas muertes no ocurren únicamente durante olas de calor extremas, sino también en días menos severos, siempre que se superen los umbrales de mortalidad locales.
“Encontramos que las muertes relacionadas con el calor ya se producían como consecuencia del cambio climático desde 1969. Sin embargo, el número ha aumentado sustancialmente con el tiempo, a pesar de las mejoras en la resiliencia al calor”, explicó Stuart-Smith.
Aunque la región implementó medidas de adaptación -como sistemas de refrigeración, mejoras sanitarias y campañas de concienciación-, el incremento de las temperaturas superó la capacidad de estas acciones para prevenir nuevas muertes. Los investigadores insistieron en que centrarse solo en las olas de calor no refleja la magnitud del problema, ya que muchas muertes ocurren en días que no son extremos pero sí peligrosos para la salud.
Un aspecto clave del estudio fue la identificación del rol de las seis empresas con mayores emisiones globales, tanto privadas como estatales. Según la universidad, desde 2004 las emisiones de estas compañías provocaron, en promedio, al menos una muerte adicional cada verano en Zúrich. Los autores advirtieron que este patrón probablemente se repite en muchas otras regiones del mundo.
El informe también destacó que las medidas de adaptación salvaron alrededor de 700 vidas en Zúrich desde 2004. No obstante, Stuart-Smith advirtió: “Más personas están muriendo que nunca antes debido al cambio climático, que eleva las temperaturas cada vez más”. La frase expone los límites de la adaptación y la necesidad urgente de atacar la raíz del problema.
La trascendencia del trabajo llegó incluso al plano legal. Un preprint de la investigación fue citado por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en su histórica decisión sobre el caso KlimaSeniorinnen v. Switzerland. El tribunal utilizó los hallazgos para sostener que las estrategias de adaptación, aunque necesarias, son insuficientes frente al aumento de muertes por calor y que Suiza debe reducir sus emisiones en cumplimiento de la Convención Europea de Derechos Humanos.
La conclusión de la Universidad de Oxford es clara: la única forma eficaz de evitar futuras muertes por calor es reducir de manera rápida y sostenida las emisiones globales, lo que implica abandonar con urgencia los combustibles fósiles y transformar los sistemas de producción agrícola.