Dos argentinos crearon un plástico que se biodegrada en unos pocos días

En Tandil, dos jóvenes decidieron convertir una simple idea escolar en un proyecto con impacto real en el futuro. Valentín Fravoli, de 23 años, y Alejandro Unchalo, de 22, son los fundadores de Citricplas, una empresa dedicada a la fabricación de plástico biodegradable a partir de cáscaras de cítricos.

La iniciativa nació en 2021, cuando ambos cursaban el último año en la Escuela Técnica Nº2 «Felipe Senillosa». En sexto año presentaron la propuesta sin un prototipo, pero fue en séptimo cuando decidieron apostar en serio y desarrollar el producto. Hoy, su material ecológico representa una alternativa viable y sostenible frente a los plásticos tradicionales.

Los dos jóvenes argentinos quieren revolucionar el agro con este plástico

Un plástico que desaparece sin dejar huella

Los envases creados por Citricplas se descomponen entre 15 y 30 días después de ser enterrados, sin generar residuos contaminantes. Esto es posible gracias a la acción de microorganismos presentes en el suelo, que degradan completamente el material. La resina utilizada se elabora de forma artesanal a partir del procesamiento de cáscaras cítricas, que luego se moldean en láminas para fabricar bolsas biodegradables.

Aunque muchos les propusieron enfocarse en la fabricación de bolsas para supermercados, ellos eligieron otro camino: apuntar al sector agroindustrial. “Queríamos que el producto cerrara un ciclo lógico: una bolsa que transporte semillas y luego se degrade al entrar en contacto con la tierra”, explicaron.

Este proyecto comenzó en la escuela y hoy tiene grandes expectativas a futuro

En cada feria o exposición en la que participan, reciben comentarios que los alientan a seguir innovando. Actualmente, su objetivo es escalar la producción y posicionar su material como una solución concreta para hacer más sostenible la agricultura y disminuir el impacto ambiental que generan los plásticos convencionales.

I M: Notas sobre negocios y sustentabilidad.