El paraje de Los Chihuidos, una pequeña comunidad de poco más de doscientas personas distribuidas en cincuenta familias y ubicada en plena área de influencia de Vaca Muerta, atraviesa un proceso que redefine su infraestructura esencial y marca un antes y un después en su desarrollo.
Después de décadas de depender de un generador diésel que solo proporcionaba trece horas de electricidad por día, se anunció la construcción del Parque Solar de Los Chihuidos, un proyecto impulsado por el Gobierno de Neuquén y Pan American Energy (PAE) con el objetivo de garantizar energía disponible las 24 horas. La iniciativa contempla la instalación de 288 paneles solares, con una capacidad total de 200 kW, y un banco de baterías de ion-litio de 545 kWh, que permitirá asegurar hasta dos días de autonomía energética.
Una infraestructura renovada
La inversión, financiada por la empresa privada y valuada en aproximadamente un millón de dólares, se complementa con una obra provincial ya finalizada de 361 millones de pesos, destinada a renovar las líneas de media y baja tensión y modernizar el alumbrado público. El resultado es una microred híbrida solar-diésel, equipada con sistemas de almacenamiento y conversión capaces de funcionar aun ante condiciones climáticas adversas. El generador tradicional seguirá operando como respaldo en días de escasa radiación.
Para Gabriel Rojas, presidente de la Comisión de Fomento, la concreción del proyecto representa una respuesta largamente esperada. Recordó que el antiguo suministro no solo era limitado y costoso, sino también propenso a fallas, especialmente durante el invierno. El avance es significativo para un paraje que, pese a estar rodeado por yacimientos explotados por varias compañías vinculadas a Vaca Muerta, continúa enfrentando déficits estructurales.
Desafíos estructurales y sociales
La falta de gas domiciliario obliga a las familias a calefaccionarse exclusivamente con leña, en un contexto de creciente escasez provocado por la sequía y la deforestación de la vegetación nativa. La energía eléctrica, por su parte, es fundamental para garantizar el funcionamiento de la escuela albergue, el puesto sanitario y la dependencia policial.
El panorama laboral constituye otro punto crítico. Rojas explicó que muchos jóvenes aspiran a ingresar al sector petrolero por sus mejores salarios, pero suelen quedar fuera de las oportunidades ofrecidas por las empresas contratistas, que a menudo traen personal de otras localidades. Esta situación impulsa la migración juvenil y deja a los adultos mayores al frente de gran parte de las tareas comunitarias.
Adaptación en un contexto de transformación
Otro factor que condiciona la vida diaria es la distancia con los principales centros administrativos de la provincia, a lo que se suma la falta de caminos asfaltados para acceder al paraje. En este escenario, Los Chihuidos se encuentra en una etapa de adaptación constante: convive con la expansión del sector petrolero a su alrededor mientras busca fortalecer actividades tradicionales como la cría de chivos para sostener su identidad productiva y social.
El avance del parque solar representa, así, un paso esencial hacia una mayor autonomía energética y una mejora significativa en la calidad de vida de una comunidad que, a pesar de las dificultades, sigue apostando a su permanencia y desarrollo.