Aunque no se vea a simple vista, la contaminación química está presente en la mayoría de los alimentos que se consumen. Un reciente estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) reveló que más del 85 % de los productos analizados contenían al menos un tipo de plastificante.
Estos compuestos químicos provienen, en su mayoría, de envases plásticos, desde donde migran hacia los alimentos, generando una forma de contaminación difícil de detectar.
El informe pone especial énfasis en los riesgos para los niños pequeños, quienes, por su mayor vulnerabilidad y dieta particular, se ven más expuestos a los posibles efectos de estas sustancias.
Detectan plastificantes en alimentos de consumo diario: alerta por la exposición en niños
El estudio, realizado en España, analizó 109 alimentos de consumo habitual -como lácteos, cereales, carnes, legumbres, dulces y comida para bebés- y encontró hasta 20 tipos distintos de plastificantes, incluidos sustitutos de ftalatos.
Principales hallazgos:
- En adultos, la exposición diaria promedio es de 288 nanogramos por kilo de peso corporal, niveles que se mantienen por debajo de los límites establecidos por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
- En contraste, los niños de entre 1 y 3 años presentan una exposición mucho mayor, con un promedio de 1.155 ng/kg, mientras que en recién nacidos puede llegar hasta 2.262 ng/kg. Estas cifras se explican por su menor peso corporal y patrones alimentarios particulares, como el consumo de productos infantiles envasados.
Los alimentos con mayor presencia de plastificantes
La carne encabeza la lista de los alimentos más contaminados, seguida por cereales, legumbres y productos dulces. Sorprendentemente, incluso productos almacenados en envases de vidrio presentaron contaminación, probablemente por los recubrimientos de las tapas metálicas.
Julio Fernández Arribas, autor principal del estudio del IDAEA-CSIC, advierte que “en condiciones reales, los niños pequeños están expuestos a niveles superiores a los recomendados”, lo que genera preocupación por el posible efecto acumulativo en su desarrollo.
Recomendaciones para reducir la exposición
- Evitar calentar alimentos en envases plásticos o frascos de vidrio con tapa metálica, ya que el calor puede multiplicar hasta 50 veces la migración de plastificantes.
- Utilizar recipientes de cerámica o vidrio sin recubrimientos para conservar o calentar alimentos.
- Priorizar productos frescos o a granel, que tienen menor contacto con envases plásticos.
El informe también señala una importante laguna legal: la normativa europea regula la migración de sustancias desde los envases, pero no establece límites concretos para la presencia de plastificantes en los alimentos.
Ethel Eljarrat, coautora del informe, reclama una legislación más estricta, especialmente enfocada en proteger a los grupos más vulnerables, como bebés y niños pequeños.