En el noroeste argentino (NOA), jóvenes rurales impulsan la recuperación de ecosistemas de altura con árboles nativos. A través de la organización Acción Andina, y en articulación con Acción Serana, Árbol y Vida, Fundación Bosquizar y Germinar, ya plantaron más de un millón de ejemplares en zonas montañosas del país.
El proyecto, que genera empleo verde y fortalece a comunidades educativas y rurales, integra a Argentina en una red regional que promueve la acción climática desde los Andes.
“Creemos firmemente que el poder para cambiar el planeta está en manos de quienes lo habitan y lo conocen. Nuestra esencia es la restauración comunitaria para un planeta más sano y resiliente, construyendo desde las comunidades locales un modelo replicable de acción climática y protección de la biodiversidad”, afirmó Constantino Aucca Chutas, presidente de Acción Andina.
Meta regional y restauración comunitaria
Acción Andina planta más de 12 millones de árboles en ecosistemas altoandinos de seis países: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú. El objetivo para fines de 2026 es incorporar 2 millones más, con metas adaptadas a cada país.
En Argentina, el programa fortalece viveros comunitarios, involucra a escuelas rurales y establece alianzas con gobiernos locales.
La restauración se enfoca en especies como la Polylepis sp, fundamentales para conservar el agua, capturar carbono y mantener la biodiversidad. Además, las acciones incluyen prácticas tradicionales y promueven el liderazgo local, en especial el de mujeres y jóvenes.
“En Bolivia, gracias a las Warmi Kewiñas -un grupo de mujeres que lideran viveros comunitarios de la organización Faunagua- el cambio resulta palpable. Este grupo demuestra que restaurar la naturaleza también empodera a las personas. En Perú, comunidades como Pampacorral recuperan áreas degradadas y mejoran la disponibilidad de agua. En Argentina, jóvenes rurales se capacitan para liderar la producción de árboles nativos. Estas historias reflejan cómo la restauración ecológica impulsa también el bienestar social”, puntualiza Aucca Chutas.
La organización opera junto a más de 20 socios locales. En Argentina, la asociación Árbol y Vida trabaja con escuelas y gobiernos. En Perú, ECOAN actúa junto a autoridades regionales. En Bolivia, Faunagua y Armonía colaboran con municipios como Tiquipaya. Ecuador avanza con Aves y Conservación, y Colombia y Chile desarrollan alianzas emergentes. La fundación Global Forest Generation respalda la estrategia regional.