Uno de cada diez bebés nacidos en Argentina son hijos de mujeres menores de 20 años, según datos del Sistema de Información Perinatal (SIP) del 2023. Pero siete de cada 10 embarazos en esa franja etaria no fueron intencionales.
El embarazo adolescente no planificado no sólo es doloroso en lo personal y familiar, sino que tiene impactos económicos y sociales persistentes, y es el principal factor de perpetuación de la pobreza.
De acuerdo a datos del Centro de Estudios Estado y Sociedad (CEDES), sólo el 40% de las chicas que se embarazan antes de los 20 años termina el secundario, y esto lleva a una menor inserción laboral, o a conseguir empleos precarios y con bajos ingresos.
“Además, el embarazo adolescente genera mayores gastos al sistema de salud que su prevención, por lo cual es inexplicable que el Estado nacional haya discontinuado programas como el ENIA (embarazo no intencional adolescente) de asesoramiento y entrega gratuita de anticonceptivos y la ESI (educación sexual integral)”, señaló Florencia Ramos, investigadora del CEDES, en una jornada sobre Métodos Anticonceptivos y Políticas Públicas realizada el 13 de junio en el Hospital Rivadavia.
3 factores clave para prevenir embarazos no planificados
Por su parte, la ginecóloga Lía Arribas, jefa del servicio de salud reproductiva del Hospital, e integrante de la Asociación Médica Argentina de Anticoncepción (AMAdA) destacó tres factores principales en la prevención de embarazos no planificados.
El primero es la Educación Sexual Integral (ESI) como herramienta de conocimiento y empoderamiento que tienen los adolescentes. En segundo lugar, el acceso a los servicios de salud, y recordó que bajo la ley actual, los adolescentes pueden venir sin la compañía de sus padres o adultos a la consulta a partir de los 13 años. Y en tercer lugar, mencionó la disponibilidad y entrega gratuita de distintos métodos anticonceptivos que se adapten a las necesidades y requerimientos de cada persona.
En este marco, durante la jornada se anunció la reciente aprobación por parte de ANMAT (la Administración Nacional de Medicamentos Alimentos y Tecnología Médica) de un novedoso implante subcutáneo anticonceptivo (conocido popularmente como “chip”) de dos varillas. Se trata de una nueva opción en anticoncepción de larga duración, con foco en el sistema de salud pública y especialmente destinado a la prevención del embarazo no intencional en adolescentes.
Anticonceptivo de larga duración
El nuevo método fue desarrollado por Bayer, y sus principales ventajas frente a otros “chips” anticonceptivos son la duración (hasta cinco años, frente a otras opciones de tres años), la facilidad de colocación (se realiza en el consultorio ginecológico en cuestión de minutos), la baja tasa de efectos secundarios y la alta eficacia, cercana al 99%.
El dispositivo “consiste en dos varillas del tamaño de un fósforo y la mitad de su grosor, que van liberando una hormona (progestágeno) en forma continua, que inhibe la ovulación. Se coloca en la cara anterior del brazo no dominante con anestesia local, y no requiere de controles posteriores, aunque se sugiere revisarlo durante la consulta ginecológica anual”, explicó Julio Seoane, asesor médico en Salud Femenina de Bayer.
Un gran beneficio de este método para las adolescentes, es que al durar cinco años les permite transitar la escuela secundaria sin temor a un embarazo no deseado. Sin embargo, su uso no protege del VIH ni de otras infecciones de transmisión sexual. Por eso se recomienda una doble protección mediante el uso de preservativo.
Los métodos de larga duración son los de mayor preferencia entre las mujeres más jóvenes, según se desprende del estudio «Lucía sobre usos y preferencias de métodos anticonceptivos en mujeres de 15 a 49 años en Argentina».
Según este trabajo, publicado por CEDES a fines de 2024, el chip anticonceptivo es utilizado por el 27% de las mujeres de 15 a 19 años y por el 20% de las mujeres entre 20 y 29 años. Como contrapartida, el preservativo es uno de los métodos menos usados por los adolescentes y jóvenes, lo cual se explicaría no sólo por cuestiones de hábitos y “modas” entre los jóvenes, sino por la falta de campañas masivas de prevención de enfermedades de transmisión sexual.
El estudio Lucía también halló que la mayor parte de las jóvenes que estaban usando métodos anticonceptivos los habían obtenido en forma gratuita por el sistema de salud. Y en cuanto a los interlocutores de confianza para consultar sobre temas de sexualidad y anticoncepción, la mayoría mencionó en primer lugar a las médicas y ginecólogas, por encima de otras opciones como docentes, familiares, amigas e influencers de redes sociales.
Innovación y clima de negocios
El nuevo implante subdérmico se fabrica en la planta de Bayer en Finlandia y está enfocado para su uso en el sistema público de salud. Las pacientes acceder en forma gratuita por disposición de la Ley 25.673 de Salud Sexual y Procreación Responsable promulgada en 2002 y aún vigente.
Ante el retiro del Estado nacional de la compra centralizada de métodos anticonceptivos, son las provincias y distintos prestadores de salud como las obras sociales quienes están convocando a licitaciones para adquirirlos.
Como laboratorio pionero en anticoncepción, y con opciones que van desde píldoras hasta dispositivos intrauterinos (DIU) y el implante subdérmico, Bayer apuesta a participar de esas licitaciones.
Según indicaron fuentes de la compañía, el actual contexto es favorable para traer medicamentos y tratamientos innovadores al país, no sólo por el clima de apertura importadora sino por la agilización de autorizaciones de nuevos productos por parte de ANMAT.